Pep Segura está en el punto de mira. La debacle de final de temporada no ha dejado a nadie exento de responsabilidades. Jugadores, cuerpo técnico, dirección deportiva y junta directiva han recibido críticas por parte de la afición, pero Bartomeu ha tenido que tomar cartas en el asunto.
El presidente azulgrana analizó la situación bajo presión y soportó el chaparrón. Decidió mantener a Ernesto Valverde en el cargo, pese a los contrarios a su apuesta, y fijó parte de su frustración en la dirección deportiva con Pep Segura como máximo responsable. Es donde recae gran parte de la culpa del final de temporada. Fichajes que no han servido para nada y que han sido refuerzos de segunda categoría que no han permitido al Txingurri tener alternativas reales para el equipo.
El cambio de filosofía
Las decisiones que comandó Segura se han cuestionado y en medio de la polémica, las informaciones que salen a la luz tampoco acompañan a mejorar su figura ni su gestión. Tal y como informó el programa El Club de la Mitjanit, el director deportivo del club catalán ya habría querido cambiar parte de la filosofía del juego azulgrana.
Ocurrió hace años, pero las decisiones de entonces tendrían efectos casi un década después que señalan a la cantera, al estilo de juego y sobre todo a la política de fichajes de esta última temporada. Ocurrió en 2011. Por aquel entonces Zubizarreta y Guardiola decidieron crear el Área de Metodología de entrenamiento bajo la supervisión de Joan Vilà, Paco Seirulo, Emili Ricart y Víctor Sánchez, un entrenador del cadete A por entonces.
Su conocimiento del estilo de juego del Barça prometía grandes éxitos y aseguraba mantener la filosofía en las categorías inferiores, pero la aparición de Segura en escena cambió radicalmente el proyecto. Durante cuatro años se gestó de la forma en que Guardiola y Zubizarreta habían ideado la propuesta, pero tras las elecciones de 2015, con la llegada de Josep Maria Bartomeu al cargo, Pep Segura ocupó el cargo de responsable del fútbol formativo
Pep Segura y Bartomeu en un encuentro con los jugadores / EFE
Cambio radical
Tras varios meses en el cargo, en julio de 2015 se produjo una reunión entre Pep Segura, Joan Vilà y Seirulo. Un encuentro para abordar las decisiones que se habían tomado entorno a este nueva área. Vilà y Seirulo quisieron contar con la opinión del nuevo encargado, pero la respuesta fue sorprendente. Pese al conocimiento de Segura del fútbol formativo del club, de donde procedía, Segura escuchó las propuestas de ambos entrenadores y expuso nuevos matices que dejaron perplejos a los dos responsables del área.
Segura apostó porque, a partir de ese momento, una parte de los entrenamientos de las distintas categorías inferiores se dedicarían a centro al área y remates de los delanteros. Una propuesta que extraño mucho y por la que alegaron que en el fútbol base del Barça no se trabajaba con delanteros de referencia, ni con delanteros fuertes y altos. Una justificación que no convenció a Segura que replicó: "Esto ya lo iremos arreglando. No te preocupes, ya ficharemos delanteros altos y fuertes".
Una foto de Prince Boateng durante un entrenamiento del Barça / FCB
Desafortunadamente, Joan Vilà abandonó el club después de terminar su contrato que no renovaron y Seirulo sufrió un infarto en 2016 que lo apartó del área donde no trabaja a plena dedicación. Sin responsables de entidad, las dudas en el club se centran en la viabilidad de este área, si funciona o es un fracaso. Fuentes cercanas al proyecto apuntan que esta Área de Metodología, que instauraron Zubizarreta y Pep para hacer que el modelo se formara y exportara al resto del mundo, desapareció o se difuminó.
Una cambio que encaja con la política de fichajes del club en los últimos años, especialmente en la delantera, donde tan solo ha cuajado Luis Suárez. Incorporaciones como Boateng carecen de sentido, pero fueron avaladas por Segura.