El fraude con las entradas del Barça sigue vivo y coleando en el Camp Nou. No hay más que pasear por los aledaños del estadio durante cualquier partido para ser objeto de numerosas y fraudulentas ofertas para adquirir localidades a través de la reventa.
El FC Barcelona, tras reunión ordinaria de la junta directiva celebrada este lunes, cuantificó en 1,5 millones de euros la suma de dinero perdida por el club debido al fraude de entradas.
Los sistemas para burlar las medidas del club han ido desde hacerse pasar por socios personas que no lo son, a la falsificación de códigos QR y, últimamente, a la utilización de claves de acceso y pines personales. Todo ello con el ánimo de lucro evidente de hacer negocio en el Camp Nou.
Venta de claves y pines personales
El portavoz del club, Josep Vives, anunció este lunes que tras una nueva operación antifraude llevada a cabo se han abierto 747 nuevos expedientes a socios del Barça. Estos se suman a los 2.821 socios que fueron sancionados por la comisión de disciplina del club hace unos meses por fraude en los clásicos y que llegó a manos de la Guardia Civil.
Josep Vives en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta Directiva / FC BARCELONA
En este último caso, el modus operandi de los infractores ha consistido en que los socios investigados habrían cedido sus datos personales, clave de acceso y pin, a terceros para la "compra masiva y fraudulenta de entradas". Los operadores de estos datos, cuyos nombres no quiere desvelar el club, han tenido acceso a la compra de miles de entradas en condiciones de precio y calidad muy ventajosas.
Puede comportar la pérdida de la condición de socio
Como dijo Vives, ello va claramente "en perjuicio de los intereses sociales y económicos del club". Por este motivo, las acciones han sido calificadas de "muy graves" según el artículo 75 de los estatutos. Ello puede comportar la suspensión de la condición de socio durante cuatro meses o, directamente, la expulsión del club.
El Barça también ha tomado como medida preventiva la rescisión constractual con los touroperadores para que ya no tengan la posibilidad de adquirir entradas. "Nuestra obligación es continuar en la lucha antifraude", ha sentenciado el portavoz.