Lamentablemente, en los últimos años el FC Barcelona no solo ha sido noticia por lo que sucedía en los terrenos de juego, sino también por lo que pasaba en los despachos y en los juzgados. En la última década, la entidad catalana se ha visto envuelta en diversos procesos judiciales. Algunos, como el caso Neymar o la acción de responsabilidad social contra Joan Laporta, ya se cerraron.
Otros muchos, en cambio, siguen abiertos. El más reciente del que hubo novedades es el que enfrenta al Barça contra Neymar por la reclamación de la prima de su última renovación con el club, tasada en 40 millones de euros. El jugador cree tener derecho a cobrarla en su totalidad mientras que el Barça solo le satisfizo la parte proporcional al tiempo que siguió en el club tras la citada renovación: 14 millones.
Neymar reclama el pago de los 26 millones restantes, mientras que el club se defendió con una reclamación a la inversa de 75 millones de indemnización por incumplimiento contractual. El juicio fue aplazado en enero y se tenía que celebrar este jueves 21 de marzo pero volvió a ser aplazado. Es el más reciente pero no el único de los distintos procesos judiciales que afectan al club.
Caso Neymar 2
El caso Neymar 2 nació con la denuncia interpuesta por DIS, que tenía en propiedad el 40% de los derechos de Neymar cuando se cerró su fichaje por el FC Barcelona. La empresa brasileña considera que hubo un pacto entre todas las partes para pactar un precio inferior al del mercado para minimizar sus beneficios.
Neymar Jr y Neymar Sr, a la salida de los juzgados / EFE
Están acusados el FC Barcelona, Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, el Santos y su presidente, Odilio Rodrigues, Neymar y su padre. El actual futbolista del PSG está acusado por presuntos delitos de estafa impropia y corrupción entre particulares. La acusación particular pide seis años de prisión para el brasileño.
Aunque el juicio aún no ha empezado, finalmente se celebrará en la Audiencia Nacional, aunque las partes acusadas requerían que se celebrara en Brasil. La Sala defiende que aunque los presuntos delitos se cometieron en el extranjero están implicados ciudadanos españoles (Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell).
Falsificación de pasaportes
El FC Barcelona forma parte de la acusación en el caso Slaughter, exjugador de la sección de baloncesto del Real Madrid. Presuntamente, el americano obtuvo un pasaporte falso de nacionalidad ecuatoguineana por el que la fiscalía le pide una pena de dos años y medio de prisión por los delitos de falsedad en documento oficial y de corrupción en los negocios.
Tras obtener el pasaporte, el pívot jugó una fase final de Copa del Rey y 15 encuentros de la Liga ACB. Los equipos solo podían jugar con dos extranjeros, y la nueva nacionalidad daba a Slaughter la condición de comunitario gracias al Acuerdo Cotonou', con el que los jugadores con nacionalidad de un estado africano, caribeño o del Pacífico no constan como extracomunitarios.
Marcus Slaughter en un partido con el Real Madrid / EFE
En caso de que haya una sentencia condenatoria, el Real Madrid podría perder los títulos de Copa del Rey y Liga ACB que logró con Slaughter en plantilla. Ambos los logró ante el FC Barcelona. La fecha del juicio oral aún está por determinar.
Caso MCM
La empresa Muro Cortina Modular Publicidad (MCM) demandó al FC Barcelona después de construir La Masia y firmar un acuerdo con la junta de Joan Laporta para la explotación comercial de las fachadas. En 2010 cambió la directiva y Sandro Rosell se convirtió en el nuevo presidente. MCM aceptó renegociar y se llegó a un acuerdo para repartir los beneficios al 50%.
La empresa solicitó una indemnización de 100 millones de euros por incumplir el contrato publicitario. La demanda fue desestimada en primera instancia. MCM presentó un recurso de apelación a la Audiencia Provincial, que no admitió a trámite el recurso. Por último, la empresa presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo que aún está pendiente de sentencia. Todo apunta que quedará en agua de borrajas.
Mediapro
En el año 2016, Jaume Roures, propietario de Mediapro, interpuso una querella contra el FC Barcelona por un presunto delito de espionaje. El catalán demandaba a Sandro Rosell por participar en la intervención de su correo personal entre 2008 y 2011. La denuncia se ampliaba a Robert Cama, a Joan Carles Raventós y al FC Barcelona.
Imagen de archivo de Jaume Roures / EFE
Roures acusó a Cama, que trabajaba en Mediapro, de entrar en el sistema informático de la compañía para reenviar sus correos a Rosell y Raventós. El expresidente azulgrana contrató a Cama pocos días después de ser despedido de Mediapro. Tanto él como Raventós siguen trabajando para el club azulgrana.
El 31 de julio de 2018 se publicó un informe policial que parecía acreditar el espionaje de Robert Cama. Se identificaron más de 13.700 correos electrónicos que presuntamente demostrarían que Roures fue espiado. Este caso todavía está en fase de instrucción y pendiente de ser analizado por la Fiscalía.
Los columbarios
El FC Barcelona cerró la carpeta del caso de los columbarios. Hay que remontarse hasta el 7 de febrero de 2012, cuando la entidad catalana firmó un contrato con GIEM Sports para crear un Memorial para que 27.000 socios depositaran sus cenizas. El proyecto fue desestimado por un informe del Ayuntamiento de Barcelona. Entonces, un inversor de la empresa GIEM presentó una querella contra el FC Barcelona.
El caso fue archivado en abril de 2018 por el Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona. La sala notificó el Auto de Sobreseimiento de la causa donde estaban acusados el club, Josep Maria Bartomeu y Toni Freixa. La resolución establecía que "de las diligencias practicadas no se puede constatar nada de lo dicho en la querella".
Sandro Rosell
Aunque el FC Barcelona no está acusado, el club sí que se ha posicionado y está pendiente de lo que sucede en el juicio de Sandro Rosell. El expresidente azulgrana, que estuvo 643 días en prisión preventiva por un presunto riesgo de fuga, está acusado por blanquear supuestamente 20 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) de los que se cree que se quedó con al menos 6,5 millones.
Imagen captada durante el juicio de Sandro Rosell / EFE
El juicio empezó a finales de febrero y el fiscal ya rebajó la pena de prisión requerida para Rosell de 11 a seis años. Además, pidió que los acusados paguen diversas multas: el expresidente azulgrana debería abonar 59 millones de euros, su socio, Besolí, 40, y su mujer Marta Pineda, 19.