Joan Oliver acabó con el Reus hace apenas dos meses, tras seis años de una oscura, tenebrosa y cuestionable gestión. Entró en el club en 2013, pero las cuentas nunca fueron su fuerte. Contó con la inversión de sus principales socios, entre ellos Joan Laporta, pero también tuvo ayudas públicas para administrar el club. Unas ayudas que tenían un objetivo, y que acabaron en saco roto u otros lugares desconocidos.
Tal y como informó Culemanía semanas atrás, Joan Laporta cerró el grifo al que hasta entonces era su amigo, dada su "anarquía empresarial" y los desajustes constantes en los presupuestos. El tope era de cinco millones, pero Oliver actuaba como si tuviera un colchón de ocho millones. Un déficit demasiado elevado para un club modesto como la entidad rojinegra.
Asimismo, el acceso en exclusiva a las cuentas del Reus por parte de este medio descubrieron la deuda real de la entidad dirigida hasta este enero por Joan Oliver: un total de 6,6 millones de euros a los que el catalán no hará frente tras vender el club a un fondo de inversión norteamericano y que no se redujo en ninguno de los ejercicios en los que Oliver lideró el proyecto deportivo y económico del club.
Impagos a la Seguridad Social y a Hacienda
Los impagos de Joan Oliver son innumerables. Entre el sinfín de proveedores que esperan cobrar por sus servicios prestados al club también se encuentra la Seguridad Social y Hacienda. El club le debe a la empresa de mantenimiento del césped cerca de 400.000 euros, y ha acumulado 300.000 euros más de deuda en viajes, con la firma Nautalia. Kelme, la suministradora de ropa deportiva, suma 250.000 euros en impagos. Facturas muy voluminosas a las que se suman cifras menores como traslados del primer equipo en autocar o noches de hotel que tampoco han sido abonadas. Asimismo, también deben al FC Barcelona 2.700 euros, más de 6.000 euros al Llagostera, y también unos 30.000 euros al Benfica.
Joan Laporta y Joan Oliver cuando estaban al frente del Barça / EFE
Una larga lista en la que también se encuentran instituciones públicas. Impagos que llaman especialmente la atención después de que el club recibiera copiosas ayudas financieras, en forma de subvención por parte del Ayuntamiento de la ciudad. La entidad no atendió los pagos del IVA y el IRPF de julio y agosto, que ascienden a 573.991 euros. Además de estos descubiertos, Hacienda le extendió actas de 65.765 euros por los ejercicios 2013 a 2016. Pese a ello, el Reus no realizó ninguna provisión ni registró gasto alguno.
Una situación delicada que no impidió al club recibir ayudas públicas por parte de Ayuntamiento. Así, entre 2015 y 2016 el consistorio le hizo llegar 451.000 euros en diferentes programas y entregas.
Distintas etapas y ayudas
En 2015 firmó un convenio con el Ayuntamiento de Reus para promocionar y llevar a cabo un proyecto global de fútbol de la ciudad para los dos primeros trimestres de ese año. Se abonaron en marzo de 2017 81.000 euros en concepto de compensación y quedó un importe pendiente de casi 30.000 euros. En junio de 2015 se concedió la subvención en el módulo de transporte al CF Reus por un importe de 29.785 euros pendiente de liquidar. Una subvención que se otorgó por la junta del Gobierno Local.
El 9 de enero de 2015 también se concedió otra subvención a llevar a cabo entre el 1 de enero de 2015 al 30 de junio de 2015 de 120.000 euros, de los que quedan pendientes de liquidar 110.000. Las subvenciones continuaron pese a la delicada situación del club. El 9 de agosto de 2016 se firmó otro convenio por un importe de 220.000 euros. Tres años después se ha liquidado esta subvención en 63.000 euros, y el restante 156.000, se han utilizado en forma de compensación de saldos con el proveedor RELLSA.