Hace unos años Josep María Bartomeu intentó seducir a Enric Crous (1947) para entrar a formar parte de la junta directiva del FC Barcelona. Estuvo cerca, pero no se dio.
Desde entonces, el nombre del ex director general de Damm y Cacaolat se ha vuelto a vincular al Barça en distintas ocasiones. Todas en vano.
El currículum de Crous en el sector de la gestión empresarial era uno de los puntos fuertes por los que el presidente Bartomeu pensó en él en 2015, antes de las últimas elecciones a la presidencia. Pero hace tiempo que se olvidó de él. Su salida de las dos firmas de bebidas por la puerta de atrás le han condenado. De ahí, sus nuevas aventuras.
Bartomeu se olvida de Crous
Crous, independentista e íntimo del exdirectivo azulgrana Carles Vilarrubí, ha dado un paso al frente con su candidatura a la presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona. Un movimiento que, a sus 72 años, le aleja definitivamente del Barça.
Maragallista de convicción en el pasado, Crous se abrió paso en la Cataluña empresarial con la gestión de Mercabarna y Fira de Barcelona en los años 80. Sus posteriores éxitos con Damm le brindaron muchos reconocimientos. Y de ahí el interés del Barça.
Bartomeu y su junta directiva trabajan a destajo para innovar los mecanismos de creación de ingresos. El ámbito comercial es la punta de lanza de la política financiera de un club que, cada vez más, sopesa la venta de jugadores como factor añadido al marketing.
Tombas hizo olvidar a Crous
Crous encajaba en esta idea por su perfil empresarial y porque el Barça lo trató mucho a raíz de su acuerdo de patrocinio con Damm. Sin embargo, la irrupción de un tapado muy eficiente en la junta directiva llevó a Bartomeu a olvidarlo. Hace meses que el presidente confió la vicepresidencia económica del club a Quique Tombas.
Quique Tombas y Òscar Grau antes de presentar los presupuestos del Barça / EFE
El directivo, muy bien valorado por sus compañeros de junta –e incluso desde la oposición– es ahora el relevo de Javier Faus que el presidente Bartomeu vio un día en el ejecutivo de Cacaolat.
Tusquets, el favorito
Este parece ser el último capítulo de un desamor que ha durado varios años y en los que Crous siempre ha tenido otras prioridades. Ahora, su reto es dirigir la Cámara de Comercio, aunque también parte con desventaja en esta guerra.
Aunque cuenta con los apoyos de otros empresarios de cierto renombre en Barcelona como Miquel Martí Escursell y el exdirectivo del Barça Sixte Cambra, y pese a su reciente alianza con José María Torres, Crous no lo tendrá nada fácil. El favorito es Carles Tusquets.