Se consumó el milagro. El Club de Fútbol Reus Deportiu no desaparecerá después de meses de incógnitas, impagos y una gestión de Joan Oliver que ha vuelto a evidenciar sus carencias al mando de entidades deportivas. Tras suspenderse el partido entre la entidad catalana y Las Palmas este sábado, el club ha encontrado una salida final en una operación relámpago sellada esta madrugada.
La Liga canceló el encuentro cuando el conjunto canario ya se encontraba en Cataluña, pero que contentó a los jugadores del Reus, que desde hace semanas, ya expresaron su imposibilidad de jugar y competir por la inestable situación que se vivía en la entidad. Con la desaparición a punto de cumplirse, la empresa norteamericana US Real State Investment, con sede en Miami Beach, se convirtió este lunes en la nueva propietaria del club catalán tras comprar todas las acciones de Joan Oliver y su grupo financiero, así como acceder a hacerse cargo de la deuda del club que asciende a cinco millones de euros, tal y como informa el Diari de Tarragona.
Nuevo proyecto
El grupo norteamericano, ya en pleno poder de la gestión deportiva y económica del club, ampliará el capital para mejorar el límite salarial y poder inscribir nuevos jugadores antes de que se cierre el mercado de invierno –que finaliza en 12 días– a falta de la aprobación de La Liga. La máxima preocupación es llegar a un acuerdo con la institución que preside Javier Tebas para que no se efectúe el descenso administrativo del club catalán tras suspenderse los partidos frente Las Palmas y el Albacete.
Una foto de archivo de los jugadores del Reus
Russel Platt y Clifton Onolfo, presidente y vicepresidente, y procedentes del mundo hotelero, son los dos propietarios del grupo y ponen fin a la presencia de Joan Oliver y su Consejo de Administración que aterrizó en el club en 2013. Casi seis años más tarde, Oliver deja un historial desolador. Impagos a jugadores, empleados, técnicos durante casi cinco meses y una deuda imposible para el club rojinegro.
Ahora, los nuevos y principales accionistas tienen trabajo por hacer: primero convencer para evitar el descenso administrativo y retomar la estabilidad y mantenerse en la Liga 123.