"Abuso". Así es como tildó la hermana de Sandro Rosell, Mariona Rosell, el encarcelamiento preventivo al que ha sido sometido el expresidente del Barça por un supuesto delito económico. Desde que Rosell fuera acusado de blanqueo de capitales y organización criminal, y se ordenara su ingreso en prisión, el 25 de mayo de 2017, han pasado 602 días.
Sin un juicio que haya determinado la condena final al exmandatario del club azulgrana, la familia Rosell lucha a diario para saca a Sandro de la cárcel Brians 2, donde se encuentra desde que fuera trasladado de Soto del Real. La vista judicial está prevista para finales del próximo mes de febrero, donde la acusación y la defensa de Sandro expondrán sus argumentos para aclarar un caso que se ha alargado en el tiempo.
Indignación de la familia Rosell
A la espera de dicho juicio, la hermana del expresidente denunció a través de su cuenta de Twitter el abuso de poder de la justicia española en el caso que concierne a su hermano y a Joan Besolí, amigo íntimo y gestor del expresidente. Ambos cumplen condena preventiva en lo que se ha convertido en un récord en toda España.
Asimismo, desde hace tiempo, familia y amigos denuncian las negativas de la justicia española a los recursos presentados para poder obtener la libertad provisional, como la pulsera telemática, la retirada de pasaporte o la obligación de comparecer en dependencias, así como el pago de una fianza que asciende a un millón de euros. El final del caso, podría conocerse el próximo mes en un juicio que se celebrará en la Audiencia Nacional de Madrid.