La suerte del CF Reus está echada. El modesto club tarraconense tuvo la mala fortuna de caer en manos de Joan Oliver y sus aliados del bando de Joan Laporta tres años después de que estos abandonaran el FC Barcelona. Desde entonces, la entidad ha generado una deuda de más de cinco millones de euros que hace inviable su supervivencia. Solo la irrupción de un comprador insensato evitaría su desaparición.
La operación es ruinosa se mire por donde se mire. Los potenciales compradores del Reus deberían asumir unas pérdidas millonarias. Además, se encontrarían con un equipo en desbandada y condenado a descender a la Segunda División B. No hay rentabilidad posible.
Detrás del hundimiento financiero y social del Reus Deportiu está la sociedad Core Store SL, fundada por Joan Laporta, Joan Oliver, Xavier Sala i Martín y Rafael Yuste. El núcleo duro con el que el expresidente del FC Barcelona urdió sus tramas en la etapa final de su presidencia. Los cuatro empresarios se han especializado en llevar clubes de fútbol a la ruina.
La oscura salida del Barça
Joan Laporta salió del FC Barcelona envuelto en una maraña de negocios turbios. El periodo comprendido entre julio de 2008 y junio de 2010 es el más oscuro de su etapa como presidente de la entidad azulgrana. Son los años en que la banda de Laporta se adueñó del club. Joan Oliver era el director general, Rafael Yuste vicepresidente y Xavier Sala i Martí presidente de la comisión económica estatuaria y después tesorero.
Es la época de la decadencia deportiva, de la desintegración de la junta directiva y, sobre todo, de las amistades peligrosas. Durante ese bienio aciago, Laporta se paseó por Europa cogido del brazo de Gulnara Karimova, la hija del dictador de Uzbekistán; navegó en el yate del magnate alemán Matthias Kühn, condenado en febrero de 2018 a seis meses de cárcel por unas obras ilegales en el islote balear de Tagomago; e hizo negocios con el mafioso georgiano George Mikadze, entre otros personajes turbios, según han publicado diversos medios de comunicación.
Joan Laporta y Joan Oliver durante un acto de campaña a la presidencia del Barça / EFE
El cambio de directiva tras las elecciones de junio de 2010 sacó a la luz algunos de los trapos sucios de la junta anterior. Se acusó a Laporta y a su equipo de cerrar su etapa con unas pérdidas de más de 50 millones de euros y un activo patrimonial en negativo. Además, dos exdirectivos, entre ellos Joan Oliver, fueron imputados por facturar al club gastos de espionaje sin justificar.
Finalmente el FC Barcelona retiró las acusaciones contra los dos exdirectivos después de que estos devolvieran 120.000 euros de facturas correspondientes a los trabajos encargados a Método 3 que no estaban relacionados con el club. Después de que la acusación particular, ejercida por el Barça, se retirase de la causa, la Fiscalía también se apartó.
La banda de Laporta vuelve a la carga
La forzosa salida de Joan Laporta y sus camaradas del FC Barcelona no les paró los pies. Al contrario. Enseguida volvieron a juntarse con el afán de trasladar sus actividades a otros escenarios. Con ese fin constituyeron en el año 2011 la empresa Core Store SL, dedicada a la consultoría deportiva, y cuyo domicilio está en el despacho de abogados del propio Laporta, en el número 469 de la avenida Diagonal de Barcelona.
Core Store SL cuenta con un capital social de 50.000 euros. Las acciones de la empresa se las repartieron a partes iguales entre Joan Laporta, Joan Oliver y Xavier Sala i Martín, quienes pusieron 15.000 euros cada uno. Rafael Yuste puso los 5.000 euros restantes. Laporta y Oliver fueron nombrados administradores.
Una imagen de archivo de Joan Laporta / EFE
En los años posteriores los cuatro hicieron sustanciosas aportaciones al capital de la empresa. Solo los dos primeros años abonaron más de 250.000 euros. Sin embargo, resulta sorprendente la escasa actividad registrada por Core Store SL. Lo más llamativo es que las cantidades de la cuenta de pérdidas y del importe neto de las cifras de negocio siempre figuran en números redondos.
La desgracia del Reus
Core Store SL es el eje sobre el que pivota un nutrido grupo de sociedades financieras relacionadas con el deporte. En la memoria de Core Store SL aparece como empresa del grupo, entre otras, la sociedad CSSB Limited, propietaria del 57,11% de las acciones del CF Reus. Otro 42,49% está bajo control de la sociedad Gaupau SL, propiedad de Joan Oliver, lo que lo convierte en el máximo accionista del club tarraconense.
La desgracia se cernió sobre el CF Reus cuando la banda de Joan Laporta eligió a la entidad tarraconense para alimentar su trama empresarial. El club se convirtió en el trampolín para urdir suculentos y arriesgados negocios en el fútbol asiático y estadounidense. Tras cinco años de mala gestión, Laporta, Oliver, Yuste y Sala i Martín han dejado al CF Reus con la soga al cuello.