El gasto sube disparado en el Barça, pero los ingresos crecen al mismo ritmo. Ese es el principal síntoma de tranquilidad que alegó la junta directiva del club para defender su gestión en la asamblea de compromisarios.
Facturación récord: 914 millones que van camino de ser 960 en junio de 2019. Pero también los gastos crecen sin parar: 882 millones que podrían ser 929 millones a final del presente curso.
Entre salarios deportivos y amortizaciones de fichajes, el Barça destinó un 72% del gasto a la masa salarial deportiva. Sin embargo, el vicepresidente y tesorero Quique Tombas defendió esta situación y mandó un recado al Real Madrid: “Hay que tener en cuenta que otros clubes no tienen secciones… o no tienen tantas como tiene el Barça”.
En este sentido, Tombas remarcó que la masa salarial del primer equipo no alcanza el 70% recomendado por la UEFA sino que se queda en un 62%. El coste total de los salarios deportivos fue de 520 millones el curso pasado sumados a los 119 millones de amortizaciones sobre el gasto total antes indicado de 882 millones.
Reducción de la masa salarial
Sin duda, un guiño en toda regla al vestuario del Barça, donde los jugadores siempre intentan mejorar sus salarios y el club lucha por controlar que no se disparen. Con este mensaje, la lucha seguirá siendo férrea.
Òscar Grau, que intervino posteriormente, remarcó que las intenciones del club pasan por reducir esos salarios y en el nuevo presupuesto de gastos se prevé un descenso de 28 millones. De forma que los salarios deportivos caerían de los 520 millones actuales a 492 millones.
Ello es posible gracias a salidas como las de Andrés Iniesta o Mascherano y a los fichajes de nuevos jugadores con sueldos mucho más discretos: Arthur, Malcom o Lenglet.