Marta Plana ya es oficialmente nueva directiva del FC Barcelona. Sin embargo, su llegada no ha estado exenta de polémica. Le salvó el hecho de que la votación para los nuevos miembros de la junta se hizo de manera conjunta. Hay serias dudas de qué habría ocurrido en caso de hacerse las votaciones uno por uno.
Fueron muchas las cartulinas rojas que se alzaron en el Palau Blaugrana para protestar contra Marta Plana, que fue silbada mientras el secretario, Jordi Calsamiglia, hablaba de ella.
La entrada en junta de Josep Pont y Jordi Argemí facilitó las cosas a la nueva directiva, segunda mujer en la junta tras la llegada en 2015 de Maria Teixidó, muy reivindicativa con los derechos de la mujer y ovacionada por los socios.
No cae igual de bien la señora Plana, cuyos escándalos en el pasado hicieron que su fama la precediese a la presentación que Calsamiglia hizo de ella. Pese a todo, fue aprobada con más de la mitad de los votos a favor: 323 por 121 en contra y 84 en blanco. Normalmente, las propuestas se aprueban por una mayoría mucho más amplia.
Los motivos de la mala imagen que tiene Plana son diversos. Principalmente, un escándalo por el cual está inhabilitada para ejercer cargos públicos. Al parecer, hizo alguna trampa con la Seguridad Social. Otros dicen que le pasa factura su posicionamiento político, aunque no sería la primera en la junta alejada de postulados independentistas.