Una de las peores noticias en la historia reciente del FC Barcelona fue la salida de la estrella emergente del fútbol brasileño. Neymar, autor de un nuevo hat trick contra el Estrella Roja en la segunda jornada de Champions, estaba llamado a ser el heredero de Leo Messi en el Camp Nou y su precipitada fuga cayó como un jarro de agua fría.
El carioca marchó al PSG tras alcanzar un acuerdo para depositar la cláusula de rescisión de su contrato con el Barça, cifrada en 222 millones de euros. En una exhibición de músculo financiero, Nasser Al-Khelaifi consumó la particular venganza de Qatar contra el club catalán.
Neymar fue clave para ingresar 914 millones
Lo que en un primer momento se interpretó como una tragedia, terminó siendo una virtud para la plantilla de Ernesto Valverde, que supo hacer de la fortaleza defensiva un arma arrojadiza capaz de conducir al cuadro azulgrana a la conquista del doblete.
Neymar y Bartomeu, durante la presentación del astro brasileño por el Barça, en 2013 / EFE
También en la parcela económica el club se vio beneficiado por la operación, al ingresar una suma de dinero totalmente desorbitada que ayudó a materializar el récord histórico de ingresos de la entidad: 914 millones de euros. Aunque ello supuso, también, disparar el gasto a 882 millones con los fichajes de Coutinho y Dembelé, ayudados a pagar mediante créditos bancarios.
El empeño económico de Bartomeu
Esa cifra récord de facturación, a priori extraordinaria debido al pago de Neymar, pasará a convertirse en algo de lo más normal en el Camp Nou. El nuevo presupuesto estima unos ingresos de 960 millones el próximo julio de 2019. Durante este año el Barça ha potenciado los mecanismos para captar esas sumas de dinero sin necesidad de vender a grandes estrellas.
Gráfica del Barça con la liquidación del ejercicio 2017-18 y presupuestos para el curso 2018-19 / FCB
Era uno de los retos de Josep María Bartomeu. El presidente de la entidad blaugrana se marcó el objetivo de alcanzar los 1.000 millones de euros en 2021 y está construyendo la estructura para que así sea.
¿Pero como compensará el Barça esos 222 millones que ingresó de más el verano de 2017? La fórmula consiste en reforzar los ingresos por marketing y por televisión.
Crece la TV y crece el marketing
El Barça ha presupuestado pasar de 223 millones por derechos televisivos a un total de 267 millones a final de curso. Un incremento de 44 millones de euros que responde, principalmente, a la nueva distribución de dinero por parte de la UEFA por disputar la Champions.
La previsión de ingresos del Barça para el presente curso / EFE
El otro aspecto que sube, todavía más, es el marketing: de 263 a 356 millones de euros. Hablamos de 93 millones más que obedecen a un incremento en las cifras negociadas con los patrocinadores y, sobre todo, a la nueva gestión de las tiendas del Barça a través de la sociedad BLM.
Las tiendas que el Barça quitó a Nike
Desde hace un año, Barça Licensing and Merchandising es la empresa que administra el negocio que durante tantos años manejó Nike. La firma deportiva sigue siendo el principal sponsor técnico del club, pero ya no se lucra del negocio de las tiendas.
La previsión de gastos del Barça para el presente curso / FCB
El club gestiona a través de esta sociedad limitada todas las ventas de camisetas y demás productos, lo que ha ocasionado más ingresos pero, al mismo tiempo, otro aumento del gasto.
El gasto sigue disparado
Soportar toda esa infraestructura supone invertir nueve millones de euros más en personal –de 43 a 52 millones– y 31 millones más –de 157 a 188– en los denominados gastos de gestión.
La evolución del patrimonio del Barça en la era Rosell-Bartomeu / FCB
He ahí la gran asignatura pendiente del Barça en la parcela económica: no vale solamente con ingresar mucho más dinero. Falta controlar un poco más el crecimiento del gasto, para que la cuenta de beneficios sea cada vez mayor y la deuda deje de estar disparada.