Josep María Bartomeu ha dicho basta. El presidente del FC Barcelona no lleva bien las presiones continuas que recibe de jugadores del primer equipo para cobrar más dinero. Son jóvenes, millonarios y muy ambiciosos: siempre quieren más.
Tal es la incomodidad que el dirigente culé ha sufrido en los últimos días que no se ha mordido la lengua en cuanto ha tenido la oportunidad. Con José Ramón de la Morena en el Transistor de Onda Cero, el presidente paró los pies a un crack.
El futbolista en cuestión es Ivan Rakitic, un jugador ejemplar dentro y fuera del terreno de juego. Su adaptación al Barça desde la humildad ha sido inmaculada y se ha convertido en un intocable para Valverde, pero en los últimos días ha mandado varios recados a la directiva.
A Bartomeu no le gusta que los jugadores utilicen los altavoces que genera el Barça para pedir más dinero. Rakitic lo expresó así: “Hombre, un detalle nunca viene mal”. Y lo repitió al poco.
En la directiva y la parcela ejecutiva del Barça han tomado nota de esta situación y han acordado valorarla. Pero, por el momento, no es una cuestión prioritario. Así lo expresó el propio Bartomeu.
"Esta temporada no podremos hacer el gesto que nos pide Rakitic; la próxima temporada lo podremos valorar con la entrada de nuevos ingresos", argumentó el empresario catalán.
Busquets tiene prioridad
Desde hace unos años, el Barça procurar dejar para final de temporada los asuntos de renovaciones. Se negocian durante el año, se pactan en verano y se presupuestan para ser firmadas durante el nuevo curso. Así se está haciendo, por ejemplo, con Sergio Busquets.
El de Badía del Vallès llevaba pidiendo un aumento hace meses. Cuando se acercó el final de curso lo recordó, también ante los medios de comunicación. Y el club se puso manos a la obra.
Busquets es prioritario. Además de ser el segundo capitán, es una pieza clave en el engranaje del Barça. Si no está sobre el césped, los blaugrana sufren, como se demostró en Anoeta.
Pero más allá de los honores deportivos que ha hecho Busquets para lograr esa renovación, es una cuestión de tiempos. Se habló con su agente y se había previsto la mejora para ser aplicada este curso. Al estar el gasto presupuestado se podrá acometer.
La masa salarial del Barça asusta
En cambio, el de Rakitic no solo no está presupuestado sino que además el club valora seriamente cerrar un nuevo fichaje en el mercado de invierno. De ser así, la masa salarial subiría aún más.
Hay que recordar que el Barça es el club de fútbol que más invierte en salarios del fútbol español y, probablemente, de Europa junto al PSG. Su límite salarial según la Liga es de 633 millones de euros. El curso pasado el gasto se disparó a 882 millones de euros. Una locura.
El Barça debe trabajar para reconducir una situación alarmante: más del 80% del gasto fue destinado a pagar la masa salarial. FIFA y UEFA recomiendan no superar el 70%.
Jordi Alba, también por delante de Rakitic
Este es el motivo por el que no se puede renovar a Rakitic de momento –acaba contrato en 2021 y fue renovado el pasado marzo de 2017– y por el que Jordi Alba también tendrá que esperar un poco.
El lateral izquierdo, sin embargo, va por delante del croata en este sentido. Su contrato termina en 2020 y fue renovado en junio de 2015. Sus quejas son más comprensibles.
A nivel salarial, ambos están en un escalón similar. Su salario ronda los 10 millones de euros brutos pero consideran que tienen por delante a jugadores que no lo merecen.