Una de cal y una de arena en el arranque de la temporada para el FC Barcelona. En la parcela deportiva, las cosas no pueden ir mejor. Ernesto Valverde y sus pupilos han empezado con las pilas cargadas, cosechando cuatro victorias entre la Supercopa de España y los tres partidos de Liga disputados. Sin embargo, fuera del verde las aguas están algo más revueltas.
A las polémicas con Gerard Piqué, por sus ya habituales historias con la Guardia Urbana, o el propio Bartomeu por la metida de pata con las nuevas directivas Teresa Basilio y Marta Plana, se suma el poderoso 'efecto renovaciones'.
Varios pesos pesados del primer equipo han puesto en marcha la maquinaria para presionar al Barça y conseguir el aumento salarial que les fue prometido. El que más cerca está de firmarlo es Sergio Busquets, después de insistir por todas las vías junto a su agente.
El mediocentro azulgrana mandó un mensaje reivindicativo al presidente en cuanto terminó la temporada y, ya como segundo capitán del equipo, se reunió con la cúpula del club para cerrar los términos del acuerdo el pasado 20 de agosto. La renovación está pactada, pero no firmada.
Busquets y sus 'palos' a Bartomeu
El internacional español, concentrado ahora con Luis Enrique en la Roja, espera reunirse con el club este septiembre para firmar un acuerdo que empezó a gestarse en marzo y quedó prácticamente resuelto el mes pasado. Aunque la promesa venía de mucho antes.
Busquets no se cortó al denunciar públicamente que todavía no se había cumplido la promesa y, posteriormente, tampoco le importó criticar a su presidente en público. En esta ocasión fue porque Bartomeu dijo que iba con Argentina y no con España en el pasado Mundial.
Otro de los que no se tomó bien aquellas declaraciones de Barto fue Jordi Alba, en el foco de la polémica estos días tras haberse quedado fuera de la convocatoria con la selección.
Alba avivó el fuego con una polémica dedicatoria tras marcar al Huesca que coincidió con la que hizo Pedro al marcar con el Chelsea el mismo fin de semana. Ambos fuera de la lista de Lucho, mandaron sendos mensajes reivindicativos en desacuerdo con la política del asturiano.
Jordi Alba tampoco perdona
Sin embargo, el drama de Alba ahora está focalizado en la parcela económica. Como Busquets, está pendiente de una promesa de Bartomeu que nunca llega.
En el caso del lateral izquierdo, pretende alcanzar un nivel salarial algo inferior al que tiene Busquets en la actualidad, mientras que el de Badía espera cobrar lo mismo que Piqué. Ambos capitanes, junto a Luis Suárez y Coutinho componen el segundo peldaño de la escala salarial.
Un tercer crack en discordia que aspira a cobrar esas cifras es Ivan Rakitic, aunque por política de club es probable que el croata se quede como Alba, un poco por debajo de los otros cuatro.
Rakitic insiste en que espera “un detalle”
Si Busquets espera cobrar unos 15 millones de euros brutos que se podrían disparar a casi 20 millones con incentivos por variables, tanto Alba como Rakitic parecen condenados a situarse en unos 12 millones de euros fijos, que se también se verían incrementados en función del rendimiento. El croata también se encargó de pedir “un detalle” al club públicamente.
Tres titulares imprescindibles para Valverde y tres jugadores que harán lo que sea para pasar por caja. A Bartomeu no le queda más remedio que pagar y rezar para que la masa salarial se mantenga dentro de los límites que permiten la viabilidad del club.