Joan Laporta, presidente del Barça Europa Press Barcelona
El Barça de los planes B cierra otro mercado de fichajes agónico: excedido y sin regla 1:1 en todo el verano
La entidad que preside Joan Laporta ha trabajado con distintas alternativas tanto para satisfacer a Hansi Flick como con el regreso al Camp Nou, pero ninguna ha fructificado como se esperaba en fechas estivales
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El FC Barcelona ha vuelto a sufrir la ola de calor este verano. Otro mercado de fichajes agónico, condicionado por el Fair Play y el riguroso control económico de la Liga, que ha mantenido al Barça como club excedido y alejado de la regla 1:1. La competición española se devalúa cada año mientras la Premier League se hace cada vez más fuerte. Sin grandes fichajes --solo Atlético y Real Madrid aspiraban a ellos en un verano donde los clubes de la Liga han invertido 667 millones de euros por los 3.200 kilos de la Premier League--, el club azulgrana seguirá sustentando la fortaleza de su proyecto en la Masía y el buen hacer de Hansi Flick en la nave de mandos.
Deco, capo de la dirección deportiva culé, ha hecho los deberes en materia de traspasos y salidas --Lenglet, Alex Valle, Ansu, Pablo Torre, Pau Víctor, Astralaga, Iñigo Martínez, Iñaki Peña, Oriol Romeu y los jugadores del filial Sergi Domínguez, Noah Darvich y Jan Virgili-- y solamente se le ha resistido la famosa gran venta. Sonaron para marchar Araujo, Christensen, Casadó y Fermín López, pero se han quedado los cuatro. La actuación del luso, no obstante, ha estado supeditada al incumplimiento de la junta directiva sobre la entrada del club en la regla 1:1.
Deco hizo los deberes; la junta no
El presidente Laporta lo gritó a los cuatro vientos, fiel a su estilo singular. Aseguró en diversas ocasiones que el club estaba en la regla 1:1 aún cuando no era así. Lo dijo, por ejemplo, en la reunión ante el senado (donde también se refirió al "fichaje ilusionante" de Nico Williams). El presidente daba por buenas las resoluciones del CSD y la autorización de entrar en el 1:1 emitida por la Liga en enero de 2025. Las cosas cambiaron en abril, cuando la patronal tuvo conocimiento de que el nuevo auditor del club, Crowe Global, invalidó el ingreso de 100 millones de euros computado en relación a la venta de 475 asientos Vip a los fondos New Era Visionary Group y Forta Advisors.
Deco y Laporta, en una imagen de archivo durante un acto REDES
Durante todo el verano, el Barça ha trabajado para convencer al auditor de que validase el citado ingreso, pero nunca se ha producido. El motivo es sencillo, se trata de un activo directamente vinculado con el Camp Nou. La no finalización de las obras del estadio hace inviable que ese ingreso sea autorizado porque mientras no esté el estadio en funcionamiento no se puede acreditar que el activo de los asientos Vip, efectivamente, está en marcha.
El plan B del mercado
Esto llevó al Barça a idear un plan B. Más que nada porque el plan A, que era entrar en la regla 1:1 gracias a la validación de los asientos Vip, quedó prácticamente desmontado cuando se anunció el regreso al Camp Nou para el Gamper y se tuvo que desmentir a las tres semanas. Ni para el Gamper, ni para el primer partido de Liga en casa, ni para al estreno de la Champions en feudo culé, ante el PSG, el próximo 1 de octubre.
Marc Bernal y Roony Bardghji, en un montaje con el nuevo Camp Nou de fondo MONTAJE CULEMANIA
El plan B para las inscripciones fue actuar por la vía de excedidos. Y, aunque era un camino provisional, ha terminado siendo definitivo. El club ha generado el 60% de cada ficha liberada durante el verano, y no han sido pocas. En total, unos 23 millones de euros. También ha generado un 20% de cada traspaso ingresado, lo que ha supuesto sobre siete millones más. Unos 30 kilos, en total, que se han utilizado para inscribir renovaciones, el fichaje de Rashford y las fichas de Gerard Martín, Szczesny y Marc Bernal. El fichaje de Joan García se inscribió con la baja, de mínimo cuatro meses, de Ter Stegen, mientras que a Roony Bardghji se le ha dado de alta como jugador del filial y podrá jugar con visado cuando se le haga hueco salarial.
Los planes B, C y D para el estadio
En relación al estadio, la junta de Laporta también se ha movido con varios planes. El A sigue siendo una utopía, que es volver al Camp Nou para el Barça-Valencia y jugar allí contra el PSG el 1 de octubre. A la UEFA se le presentó al Camp Nou como plan A y Montjuïc como plan B. Sin embargo, este ni siquiera sirve para el Barça-Valencia de Liga, ya que hay un concierto previsto en el Lluís Companys el próximo 12 de septiembre, dos días antes del partido.
Los aficionados del Barça alientan al filial culé en el Estadi Johan Cruyff FCB
Por este motivo, el club ideó un plan C para el estreno liguero, el mismo del Gamper: jugar en el Estadi Johan Cruyff, con cabida para tan solo 6.000 espectadores. Aunque no cumple todos los requisitos establecidos por la Liga, se valora la posibilidad de ampliar el aforo y aplicar algunas medidas tanto a nivel de accesos, seguridad y tecnologías. Pero, si tampoco acabase encajando ese escenario, el club aún tendría varias opciones como plan D: Montilivi (Girona), la Nova Creu Alta (Sabadell) o el Nou Estadi Costa Daurada (Nàstic).
Ni regla 1:1 ni Camp Nou
A 2 de septiembre, día posterior al cierre del mercado de fichajes, la cruda realidad es que el Barça no ha logrado entrar en la regla 1:1 en todo el verano y que sigue sin estadio. Los planes A no han salido bien y los planes B van al límite. Tirando de avales en el caso de los fichajes --con todavía pendiente de resolver del caso de Bardghji-- y acudiendo al estadio del filial en el supuesto del estreno liguero en casa.
Los trabajadores de Tecnics G3 en el Spotify Camp Nou REDES
Viendo los incidentes que todavía acechan a la constructora Limak con las obras --el último, una multa por incumplir los horarios de trabajo--, todo lleva a pensar que el regreso al Camp Nou no se producirá hasta finales de enero o febrero, cuando arranque la fase de eliminatorias de la Champions League. Con este sentido se ha renovado el acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para poder disponer del Lluís Companys hasta febrero. Un regreso posterior al año del 125 aniversario. Más de un año después de lo previsto.