Iñaki Williams celebra la victoria del Athletic sobre el Barça con la grada de San Mamés EFE
El 'modus operandi' del Athletic Club en el mercado de fichajes que opaca las palabras de Iñaki Williams
El conjunto vasco ha presionado mediáticamente a otros futbolistas, entre el verano pasado y el presente, para ficharlos
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Consejos vendo y para mí no tengo. Un clásico. Iñaki Williams ha salido esta mañana a la sala de prensa de Lezama para responder a las preguntas de los periodistas allí presentes. Se le ha felicitado en numerosas ocasiones por su venidera paternidad. También porque se ha convertido en el primer capitán del Athletic Club, además de ser también el primer negro en portar el brazalete del conjunto bilbaíno. Sin embargo, la cuestión no es esa. Lo importante fue su respuesta al ser preguntado por su hermano Nico.
Básicamente, salió con el garrote en la mano para azotar unos cuantos palos. Los primeros, al Barça. "Sabemos cómo funciona el mundo del fútbol y la presión que querían ejercer sobre los aficionados con una campaña mediática que pensaban que les iba a funcionar", aseguró. Además, se puso digno y trató de diferenciar a su equipo del máximo pretendiente de su hermano: "En el Athletic cuando pretendemos a un jugador, lo hacemos por bajini".
Presión mediática
El culebrón entre el pequeño de los Williams y el FC Barcelona duró dos veranos. El Athletic, como institución, y sus aficionados se han quejado mucho del modus operandi del conjunto culé, el cual consideran invasivo. Sin embargo, por otra parte, la entidad bilbaína ejerce la misma presión mediática de la que se quejan. De hecho, a raíz de su filosofía, su mercado de fichajes está muy limitado. Es por este motivo que su estrategia es abrasiva con los equipos del País Vasco y Navarra.
Rafa Yuste, el presidente del Barça, Joan Laporta, y su homólogo del Athletic Club, Jon Uriarte, en el palco de San Mamés EFE
El caso con las canteras de Euskal Herria no es novedoso. El conjunto vasco ofrece sumas mucho más altas de las que pueden acceder equipos humildes. Osasuna es uno de los equipos que más ha sufrido la expoliación de su cantera. Adama Boiro es un caso muy reciente, de enero de 2024. El portal digital Navarra.com informa que fuentes del club rojillo le aseguraron que fue imposible retenerle, dado que en Bilbao le habían ofrecido un contrato que multiplica aproximadamente por cinco la cantidad que percibía. Además, con Félix Tainta, agente de muchos navarros que acaban vistiendo de rojiblancos, como aliado.
Félix Tainta, representante de Nico Williams GIDOT
Las cláusulas
Otro aspecto que ha dado dolores de cabeza a los athleticzales son las declaraciones de Deco, que afirmó que al Barça le gustaba Nico Williams, y las de Laporta, que aseguró que el conjunto culé podría ejecutar una cláusula de rescisión si una oportunidad de mercado lo requería. Sin embargo, nadie se quejó en 2022, cuando candidatos a la presidencia del cuadro de Bilbao utilizaron a Jon Moncayola, futbolista de Osasuna, como baza electoral.
Jon Moncayola, futbolista de Osasuna CA Osasuna
Ricardo Bakala, uno de los tres hombres que se propusieron para presidir al elenco vasco, llegó a afirmar que pagaría los 22 millones de la cláusula de rescisión del mediocentro rojillo si ganaba. Meses después, el propio jugador desmintió cualquier preacuerdo: “Se habló más de la cuenta, ellos se jugaron sus bazas y podía haber pasado cualquier cosa”. Finalmente, el triunfo en las urnas fue para Uriarte, que avisó de que no abonaría ese montante.
Jon Uriarte, presidente del Athletic Club, en la previa de la Supercopa de España EFE
Casos recientes
Entre el verano pasado y este, hay dos casos de presión mediática provenientes del Athletic Club. De nuevo, Osasuna es la víctima. Durante el estío del 2024, cuando se daba por hecho el fichaje de Nico Williams por el Barça, se decía que el sustituto sería Aimar Oroz. Periodistas de renombre afirmaban recibir informaciones que indicaban que el futbolista de la selección española sub-21 tenía un acuerdo con el club vasco. Además, ofrecían alrededor de un tercio de su cláusula de rescisión, 30 kilos. "Si tan seguro tienen el fichaje de Nico, que paguen la cláusula", afirmaban este verano los aficionados de los leones.
Gavi, luchando por un balón con Aimar Oroz en El Sadar / EFE
El último en unirse a esta larga lista es Jesús Areso, reciente fichaje del cuadro que reside en San Mamés. Antes de abonar los 12 millones de euros que liberaban al futbolista, la entidad rojiblanca estuvo dando vueltas para tratar de rebajar el precio. Además, no lo hizo precisamente a lo bajini, como dice Iñaki. Quizás el término de presión mediática modifica su significado según el club.
Jesús Areso en su presentación con el Athletic Club Athletic Club