Xavi Hernández está a punto de ser nuevo entrenador del Barcelona, y pese a la victoria contra el Dinamo en Champions, el club azulgrana sigue en estado de emergencia. Luego disculpará usted, astuto lector, que no me detenga en juegos florales: vamos a ver los mimbres con que contará el mago de Terrassa para tejer su cesto redentor, poniendo cada fibra al microscopio línea por línea y emitiendo juicios (de valor, por supuesto) a bocajarro.

Ter Stegen. Esto de que le metan un gol en el primer disparo a puerta en casi todos los partidos no es normal. Y precisamente por eso no tengo ninguna duda de que el alemán tiene presente y futuro de azulgrana. Ojalá su parada en Kiev le ayude a reconciliarse con sus más brillantes alardes de manoplismo y a la vez aleje de sus suelas la sombra de Vitor Baia, Rustu, Dutruel y tantos otros quiero y no puedo bajo el larguero culé.
Neto. En el Barça en contra de su voluntad, con todo sigue siendo mejor tenerlo a él que tener a Pinto, de quien afirmaré siempre que fue el auténtico culpable del gol de Bale en aquella final de Copa y no el bueno de Marc Bartra.
Iñaki Peña. Si Murara acaba desertando, lo mejor es que no habría que buscarle sustituto inmediatamente. Y ya sé que no se suele tener mucha fe en los porteros de la cantera, pero creo que con Iñaki estaría justificada la excepción.

Dest. Por mucho que lo intente, que lo intenta, no puede ser el encargado del desborde porque no se va prácticamente de nadie. En su papel de sustituto del lesionado Dembélé, se ha destapado como igual de estéril en la culminación de -extrañamente- muchísimas jugadas de ataque. A simple vista, parece un futbolista mucho más útil si se le puede integrar en la circulación del balón y se le perfila por dentro en lugar de por fuera. Veremos cuál es su papel una vez recuperado Ousmane.
Piqué. Me huele a que Xavi lo va a retirar poco a poco. Está para buenos partidos contra el Dinamo de Kiev y para ayudar con la épica, que no es poco, pero las habichuelas de este Barça se las tienen que empezar a jugar futbolistas con menos kilometraje en las rodillas e hijos más pequeños. Ley de vida.
Araújo. Un titán. El Barça será con él comandando el eje de la defensa o no será. Me gustaría ver a Upamecano o Koundé resolviendo las mismas situaciones que afronta Ronald (el bueno) como si se sacudiera el polvo. Hay que cuidarlo. 
Lenglet. Verlo jugar es como mirar un jarrón chino en el borde de una mesa a la que se acerca a toda velocidad un niño en triciclo. Así de frágil pinta sobre el campo el central francés, que no obstante puede tener minutos sin sobresaltos (ni penaltis gratuitos) en momentos puntuales de la temporada. Eso sí, necesita moral, y para eso es mejor darle chance con el viento a favor que encalomarle marrones.
Jordi Alba. Es el termómetro del Barça. Con Koeman vivía aprisionado en un carril mal diseñado. Con Sergi ha recuperado la buena costumbre de pisar la línea de fondo rival con asiduidad. No tengo dudas de que Xavi necesita lo mejor que aún pueda (por edad) dar el 18, especialmente en ataque, porque en defensa no se le pueden pedir milagros ya.
Balde. Me gustaría decirle que tiene todas las condiciones para triunfar en el Barça a poco que serene su juego, pero ha pasado corriendo a toda velocidad a mi lado y ha pegado un pelotazo a la grada. ¡Tranquilo, chico!
Eric García. Es buenísimo. Y sí, podría ser más fuerte, o más contundente, pero difícilmente más preciso. Se malacostumbró usted con Puyol, astuto lector, y ahora a un Maserati le pide también que lleve ruedas de tractor para ir por el barro. Pues no puede ser. Apunta a indiscutible, en equilibrada dupla con Araújo. Pueden complementarse (y mejorarse) el uno al otro en muchas facetas.
Umtiti. Pagaría por ver la primera conversación de Xavi con este. Eso sí, no tanto como se lleva crudo cada semana el Ramos francés (mucho gimnasio, cero minutos) por hacer bulto en los entrenamientos.
Oscar Mingueza. Para mí, el tercer central de este Barça por méritos propios. Admirable su entereza para capear la adversidad con los recursos que tiene, que no son precisamente una mina de diamantes y un chalet en las Maldivas. Si ha de ser el lateral derecho suplente será principalmente por eso... y porque no hay lateral derecho suplente.

Sergi Roberto. ¿El lateral derecho suplente? Espero que no. Koeman empezó a ponerlo en el centro del campo y marcó un par de goles. Ahora que el Barça está tieso, malograr a un centrocampista con llegada para parchear una defensa que no pide esparadrapo sino soldadura sería una mala decisión al cuadrado.
Busquets. No necesita un bastón, como sugiere mucho pisaflor, sino un contexto adecuado para su todavía excelso fútbol. No lo cambio por Kanté, aunque igual sí por Frenkie de Jong. No entender lo que puede dar Busquets a este Barça es no entender nada. Tranquilidad con esto, porque desde luego a Xavi nadie se lo tiene que explicar.
Nico. Cuanto más veo al hijo de Fran, más me parece un jugador clave para que el Barça se olvide por fin de recular. Su lectura del juego es brillante y su arrojo es incluso mayor que el de Pedri, porque también se atreve a chutar de vez en cuando. Crecerá.
Frenkie de Jong. Claramente deprimido, tengo dudas de si con Xavi remontará el vuelo. Me da la impresión de que los especialistas tendrán mejor panorama con Hernández y de que los 'jokers' como él cargarán con tareas ingratas. Ojalá me equivoque, porque Frenkie es un himno al fútbol cuando los partidos le hacen sonreír.
Riqui Puig. No lo veo. Sinceramente, es que no lo veo.
Gavi. No es solo que sea muy, muy bueno, es que además trabaja como si no lo fuera. Pero me da la impresión de que con Xavi va a retroceder un par de peldaños en la jerarquía. Tampoco creo que necesariamente le vaya a venir mal.
Pedri. Probablemente el mejor futbolista de este equipo, pero le faltan dos cosas: descanso y gol. Lo primero ya lo tiene, forzoso, merced a las lesiones tras la gracieta sin gracia de que disputara la Eurocopa y los Juegos de Tokio. Lo segundo podría no llegar a necesitarlo si Xavi le enseña todo lo que le puede enseñar.

Coutinho. ¿Quién? En serio, si Xavi consigue que el brasileño vuelva a parecerse a un futbolista (cualquiera) del Liverpool, será comparable al renacimiento del pelo de Antonio Conte. Una remuntada histórica.
Memphis. El brujo criollo tiene mala suerte y, sobre todo, demasiado espacio a su alrededor cuando controla el balón. Hay que sacarlo a bailar entre líneas, donde la velocidad de sus neuronas y la de su tobillo mejor se superponen. Será el falso '9' perfecto si le dejan serlo.
Luuk de Jong. "Más peligroso que Neymar en un centro al área" salvo que no lo es. Si lo que queremos es ver a una especie de Santillana guiri, mal vamos. Si se le usa para aguantar el balón y distribuir contra rivales muy aculados, a lo mejor Ansu puede encontrarse con un benefactor inesperado. 
Ansu. El ángel del gol. En este equipo malhadado y cabizbajo, es la única línea telefónica directa con el cielo. Sobre esta piedra edificará Xavi su iglesia, o nos haremos todos ateos sin solución de continuidad y que venga Mourinho cuando quiera.
Demir: Tanto si lo pone de titular como si lo manda cedido al Mollerusa, lo que haga Xavi con este muchacho estará bien hecho. Al menos, yo así lo pensaré.
Dembélé. En Kiev volvió a ser lo que era antes de su lesión: mágico y desequilibrante contra equipos no demasiado buenos. Pero sigue siendo un jugador nacido para el contraataque y un tremendo error de scouting. Me parece que si es por Xavi ni renueva. Veremos.
Kun y Braithwaite. Un fuerte abrazo a los dos.

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