En un club como el Barça, donde últimamente se critica a Lewandowski porque solo suma 28 goles esta temporada y tiene a su equipo líder de la Liga con 13 puntos de ventaja, es realmente difícil aventurar si un jugador va a triunfar o no. Por supuesto, el margen de error en cualquier curva adivinatoria a este respecto se agranda progresivamente cuanto más joven es el futbolista, no importa siquiera que lleve ya más de una temporada como titular en el primer equipo.

Bien lo sé yo mismo, ínclito autor de la grandilocuente frase "Bartra será el capitán del Barcelona" en un día de calentón, la cual obviamente no tuve más remedio que gratinar con un poco de queso rallado para que me pasara más agradablemente por el coleto. Aunque, eso sí, defenderé hasta que me muera que la culpa del gol de Bale en aquella final de Copa la tuvo al 99,9% Pinto, quien lo único que tenía que hacer era tapar su propio palo... y por supuesto no lo hizo. Por eso me alegro de que Marc viviera unos años amables en el Betis y al gaditano lo tengo bloqueado en toda red social conocida por mi móvil, a ver si con un poco de suerte no le veo la piñata nunca más.

En estos tiempos en los que, seamos realistas, pocos jugadores verdaderamente diferenciales aspiran a vestir de azulgrana, el advenimiento de un talento de la cantera como Gavi debería ser motivo de celebración. Sin embargo, el cuestionamiento de su desempeño se hace más evidente entre ciertos sectores culés con el paso de los meses. Sin entrar en valoraciones ajenas, cuyo grado de sobriedad desconozco, me voy a permitir defender en esta columna que Gavi es un jugador no solo apto sino idóneo para el FC Barcelona actual. Lo haré, si me permite el astuto lector, en 6 breves párrafos, en evidente homenaje al dorsal que le será devuelto con honores a Pablo Páez Gavira al inicio de la próxima temporada:

1. Gavi es culé desde pequeñito. Pero no como Alfonso Pérez u otros mentirosos que en el Barça han sido y ahora juegan con los veteranos del Madrid, sino de verdad. Sus entrevistas recién aterrizado en La Masia con 10 años encogen la patata a cualquier barcelonista, y cuando se besa el escudo se nota que lo hace con esa mezcla sincera de furia y amor que no es solo ornamental sino atávica y fecunda.

2. Gavi es el mejor defensa del Barça. Aunque pronto me di cuenta, como otros, de que en realidad Pedri roba más balones que él, si partimos de la base de que el sistema defensivo culé toma pulso en la presión hemos de otorgarle la máxima graduación en su jerarquía. Cuando Gavi salta al agua del estadio, las pirañas del Amazonas parecen en comparación tristes salmonetes inertes sobre el hielo de la pescadería. Su fragor provoca en el rival una mezcla de hastío y premura tan filosa que no puede parar de enviar balones a la nada como quien se rasca un prurito. Y, como corresponde a su edad, Gavi nunca se cansa. Porque esa es otra, claro.

3. Gavi ya ha marcado y asistido en una final contra el Real Madrid a la edad con que la otros disputan la Youth League. Sirva esta frase como sucinta coda al apartado anterior.

4. Gavi es el atacante más completo del Barça. Anáfora mediante, puedo entender que a veces no se entienda el fútbol de Gavi. Ver a un menudo tronquito saltarín que juega a la misma velocidad de cara y de espaldas, siempre con un giro disponible para convertir el balón en humo ante los rivales incluso renunciando a superarlos, capaz de aprovechar el contacto para generar ventaja en cada jugada pero no necesariamente buscándolo... rompe demasiados parámetros tradicionales del juego, aunque relacionados en su mayoría con estadísticas simplonas. Pero es que además Gavi, como Picasso a su edad y antes de encarnarse en rey de la vanguardia del arte, ya es un maestro en todo lo relativo al canon clásico del fútbol: visión de juego, llegada a gol desde segunda línea y también desde primera, intuición para ocupar los espacios en cualquier bloque, pierna fuerte en absolutamente todos los duelos... Todo eso, igual que hizo su tocayo, lo va enriqueciendo a cada partido que pinta gracias a su genio indomable.

5. Gavi es el futbolista perfecto para el juego de posición del Barça. Y no solo porque lo entiende, sino porque puede participar en él desde prácticamente cualquier ángulo. Un futbolista así es el sueño de todo entrenador azulgrana, porque no solo genera ventajas sino que las propulsa. El Barcelona del presente necesita toque, pero también voltaje, porque eso es lo que requerirá cada vez más la ejecución del mañana para igualar la altísima precisión del ayer. Miren si no al Manchester City... donde estoy convencido de que Gavi sería titular sin mayor problema, para desgracia de Gündogan o Grealish.

6. Gavi es el hombre del saco. Y ahí es donde mejor se fusiona la modernidad de Gavi con el clasicismo futbolero. Tener a un futbolista insufrible para el contrario es algo maravilloso, y si además es tan bueno como el de Los Palacios, ese placer culpable se convierte en delectación. Como escribió la también sevillana Lara Moreno en su magnífica novela La Ciudad, "la amargura atraviesa todos los caminos y derriba todos los muros para acabar instalada en el corazón de la gente". Y si esa gente es del Madrid, pues qué quieren que les diga: son tortas de aceite que se deshacen en la boca.

P.D.: Nos vemos en Twitter: @juanblaugrana