Mientras el calendario, los auditores y muy posiblemente los tribunales van desentrañando ese conflicto político y social entre el Frente Judaico Popular (liderado por Bartomeu) y el Frente Popular de Judea (con Laporta a la cabeza), nos podemos aburrir mucho esperando respuestas concretas a preguntas sobre números, pasados o presentes, y también sobre los ya famosos 'timings'. Por ejemplo, cuál fue la razón para no pedir una rebaja de sueldo a los capitanes del primer equipo antes de comunicar a Messi que era imposible encajarlo en la estructura salarial de la plantilla. O si la que se les solicita ahora (incluyendo la ya aceptada por Piqué) es una rebaja real o se trata de un diferimiento de pagos. Porque el mismo Tebas, por lo que se ve ampliamente considerado fuente del Derecho junto a la ley, la costumbre y Michu, ha explicado muchas veces que eso equivale a una financiación y también sirve para reducir masa salarial, quicir.
En cualquier caso, parece ya bastante claro que ni el hombre que llevó a Messi a pedir por escrito que lo liberaran de su contrato ni el que le condujo a dejar el Barça entre lágrimas cuando tenía el bolígrafo desenfundado para renovar estarán en las quinielas para ser nombrados 'Mejor Gestor Deportivo del Siglo XXI'. Así las cosas, me da a mí que la verdadera disidencia en el momento actual consiste en hablar de fútbol. Y así, con la liga ya iniciada, el balón se revela de nuevo como latebra bellorum: el refugio en tiempos de guerra.
Como la marcha del Diez de Dieces obliga necesariamente a empezar de cero, partamos si le parece, astuto lector, de recordar algunas de las reglas básicas del Barça, al objeto de concluir hasta qué punto Ronald Koeman las observó en el estreno de la nueva era azulgrana:
1.- Lo importante de la presión alta no es que sea constante, sino que sea inteligente y, sobre todo, coordinada. Esto va a convertirse de nuevo en una cuestión de vital importancia para el Barça, un equipo frágil en fase defensiva, con dos laterales muy largos y un mediocentro en el declive de su carrera. Está claro que con futbolistas como Braithwaite o Griezmann se fomenta mucho la activación del equipo tras pérdida. Igual que con De Jong y Pedri, dos trotones de manual. Está por ver cómo responderán al reto jugadores con un rodaje más tardío pero que aspiran a la titularidad, como Ansu o Coutinho. Contra la Real, el Barça no solo demostró que se lo ha currado en el stage para empezar con un tono físico alto antes del parón de selecciones, sino que supo elegir los momentos de desgaste, y eso le ayudó bastante a generar peligro: durante casi todo el partido el equipo dio la sensación de ser una marea creciente y no una sucesión de oleadas puntuales.
2.- Lo importante de la posesión es que sirva para dominar el ritmo del partido. O sea, que sí, que muy bien bascular dibujando esa eterna uve doble que pasa por los laterales, los interiores y Busquets. Pero si un rival como la Real te deja espacios, hay que olvidarse de circular de lado a lado y buscar el pase profundo. Esa suerte Busi la tiene ya muy interiorizada, y parece que a un recién llegado como Memphis no se le da nada mal la prolongación de espaldas hacia las bandas cuando se escabulle del área para recibir entre líneas. Si le sumamos a Griezmann, a Pedri o las conducciones de Frenkie... parece que veremos a un equipo capaz de sacar el látigo tan rápido como Indiana Jones en un terrario.
3.- Lo importante en el repliegue defensivo es no dar facilidades por las bandas. Uno de los problemas tácticos del Barça con Messi era que las diagonales instintivas de Leo a menudo dejaban a varios atacantes del Barcelona desperdigados por las cercanías del balcón del área. Los rivales tomaron nota y armaban las contras abriendo a la cal y proporcionando veloces apoyos en corto a los laterales para avanzar de manera fulgurante aprovechando las superioridades. Uno de los que mejor lo hacía, por cierto, era el Atlético de Simeone. Contra la Real, el Barça demostró voluntad de aplicarse en cuidar un poco más las posiciones de repliegue, para obligar a los laterales contrarios a jugar uno contra uno o bien devolver el balón al eje de la defensa para progresar con un pase vertical. Y cualquiera de esas dos opciones puede generar pérdidas en zonas muy jugosas.
4.- El delantero centro debe ser el mejor mediapunta del equipo. A Memphis le pasa como a Benzema: lleva el 9 pero tiene alma de 10. Y se nota que por eso el míster dio tanto la tabarra con su fichaje. En el estreno liguero, Barbanegra Depay se movió como un pirata en un abordaje: siempre buscando el flanco débil del enemigo y con el cuchillo entre los dientes. Mucho ojo a cuando Coutinho se coloque por detrás de él en una posible variante 4-5-1 con mediapunta. Porque estoy convencido de que es una de las cosas que Ronald tiene en mente. Qué bonito volver a hablar de estas cosas, ¿verdad?
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