Ha llegado la hora. No puede retrasarse ni un minuto más. Doblan las campanas. No hay mañana, solo hoy. El reloj marca la hora H. No va más. En serio, maldita sea. Si Ousmane Dembélé no sale a jugar el sábado contra el Getafe y demuestra algo, por poco que sea, no le va a quedar un creyente en las hastiadas filas del barcelonismo.
Er shico, que diría Lopera, lo tiene a huevo. Se ha quedado en Barcelona entrenándose mientras la mayor parte de su competencia por un puesto en el once se jugaba la salud en las fechas FIFA. De momento sus fibras siguen tensas y sanas, de modo que Koeman perfectamente le puede alinear de inicio para enternecer las piernas sobrecargadas de minutos de otros compañeros.
Enfrente, un equipo de corte defensivo que juega en su estadio, aunque sea con público de papel maché. El campo de minas perfecto para que un futbolista desequilibrante en el uno contra uno, e incluso en el uno contra dos, se calce los patines y se deslice por la cuchilla de la pura emoción futbolera.
No fue un sueño, aunque ahora lo parezca: durante las tres temporadas que El Mosquito lleva vistiendo de azulgrana lo hemos visto marcar gol en el primer balón que tocaba, mojar en tres partidos seguidos, hundir en la miseria a presuntos velocistas rivales igual que hacía el Correcaminos con el Coyote (alguno de ellos llegó a sacar el cartelito de 'Ouch' antes de caer al vacío de su propia incapacidad para perseguirlo) y clavar la pelota por la escuadra como disparada con un cohete marca ACME.
Todo eso sucedió, pero ya no nos acordamos. La amargura de las derrotas nos ha borrado la memoria, pero estamos dispuestos a conocernos y enamorarnos de nuevo. Porque no podemos admitir que hemos pasado tanto tiempo con él para que ahora sea un extraño. Un futbolista que nunca estuvo allí.
No nos puedes fallar, Dembouz. Hay que demostrarle al Manchester United lo que se ha perdido. Que eres un fenómeno de la galaxia cuatro. ¡Que eres DemPelé! O, como mínimo, que tienes algo de sangre en las venas, nene.
P.D.: Nos vemos en Twitter: @juanblaugrana