Pep Guardiola cambió la historia del Barça en menos de un año. Heredó una plantilla con mucho ego y poco compromiso, prescindió de Ronaldinho y Deco, construyó un nuevo equipo y celebró la Copa del Rey, la Liga y la Champions en mayo de 2009. El primer triplete de la historia del club, que luego se transformó en sextete, cumple 15 años este lunes.
El 27 de mayo de 2009, en el Olímpico de Roma, se enfrentaban los dos mejores equipos de Europa. El Manchester United, campeón en 2008, y el Barça, una máquina de marcar goles y sinónimo de buen fútbol. La final empezó a jugarse antes del pitido inicial de Massimo Busacca. En los vestuarios del Camp Nou, Guardiola pidió silencio y que se apagaran las luces. Los futbolistas, sorprendidos, vieron un espectacular montaje con jugadas suyas superpuestas en una película inolvidable: Gladiator.
Cristiano Ronaldo, de más a menos
Las escenas emocionaron tanto a los futbolistas que comenzaron la final sin la máxima tensión. Y el Manchester United, con un Cristiano Ronaldo muy motivado, pudo marcar en un par de ocasiones. Afortunadamente, Víctor Valdés solventó el trabajo de manera solvente.
El Barça reaccionó pronto. Iniesta, que jugó lesionado, con la prohibición médica de rematar a portería con la pierna derecha, dio un pase perfecto a Eto’ó, que a los nueve minutos batió a Van der Sar. El sufrimiento inicial se transformó en euforia azulgrana.
El cabezazo de Messi
El gol tuvo un efecto balsámico para el Barça, que jugó bien con la cabeza y los pies. El equipo de Guardiola supo desactivar al Manchester United del admirado Alex Ferguson. Creció el Barcelona y encogió su rival en una final que se decidió con el gol de cabeza de Messi. Por un día, el astro argentino saltó más que nadie para cazar un balón al vuelo y sorprender a Van der Sar.
Más de 20.000 culés acudieron al Olímpico de Roma el día que Europa se enamoró del Barça. De su fútbol de autor. De futbolistas como Puyol, Piqué, Iniesta, Xavi, Eto'o, Henry y, sobre todo, Messi. Con Guardiola en el banquillo y Laporta en el palco. Luego, la fiesta fue sonada.
El mejor curso de la historia
En Roma, la Ciudad Eterna, el Barça cerró una temporada memorable. Tal vez, la mejor de su historia. Un año antes, el club estaba deprimido, contra las cuerdas, con un Laporta que salvó por los pelos una moción de censura. Hoy, el club también está en crisis, pero su capacidad de transformación está condicionada por su delicada situación económica. Ahora, el presidente se encomienda a Flick con la esperanza de que se convierta en el nuevo Guardiola. Pero sabe que su sueño es demasiado utópico. El Barça actual no admite comparaciones con el de Guardiola.