Le preguntan a Xavi Hernández por el señor gol de Pedri que dio la victoria al Barça sobre el Sevilla. “Yo siempre lo he dicho”, dice el técnico. “Para mí Pedri es superlativo”. Mejor definición imposible. Superlativo es una de esas palabras que lleva las cinco vocales, es perfecta, igual que el juego de Pedri. Coral dicen hoy los noveles periodistas. Puro arte diríamos los veteranos. Pero si en algo estamos de acuerdo todos es que el fútbol de Pedri contiene música. Asombra al aficionado, impresiona a los técnicos, cautiva a los compañeros y saca los colores a los rivales. Es puro arte. Un amague con la izquierda, otro con la derecha, y un disparo envenenado que atraviesa piernas adversarias y besa redes.
Hubo un tiempo en que creíamos que el fútbol no sería lo mismo después del retiro de Messi. Muy rápido alguien en el Barça decidió que la camiseta con el número 10 la llevara Ansu Fati, otro fenómeno crecido en la casa azulgrana, en un intento de hacer olvidar pronto la figura mítica del argentino. Pero entonces apareció Pedri, que ya hizo una buena pareja con Messi y le concedió asistencias espectaculares para lucimiento del argentino.
Monchi, que de fútbol sabe mucho, contradice a Mónica Marchante cuando le pregunta si el gol ante el Sevilla marcado por Pedri hará historia: “El gol no creo”, responde el secretario técnico del equipo andaluz. “Pedri hará historia”, asegura sin miedo a la equivocación. Xavi, no obstante, prefiere mantener el buen rollo en el vestuario y cuando es preguntado sobre si Pedri es un líder, responde que hay muchos líderes en su vestuario: “El entrenador, Piqué, Alba, Busquets, Ter Stegen son líderes. Pedri es superlativo”, concluye.