Tarde de infarto la que se ha vivido esta tarde en el Camp Nou. Tarde de sorpresas.
Contra pronóstico, y a falta de la validación de firmas, son cuatro finalmente los precandidatos que han logrado sumar los 2.257 apoyos necesarios para aspirar a ostentar el cargo oficial de candidato a presidente del Barça. El proceso de validación de las papeletas termina el jueves 14 y el único que puede peligrar en esa terna es Emili Rousaud, que ha logrado recoger 2.510 firmas.
Si bien el margen es justo, tan solo tiene 253 firmas por encima de las requeridas, se suele decir que el margen de error ronda el 10% (225 firmas), con lo que en principio estaría dentro. Esto convierte a Rousaud en la gran sorpresa de la contienda electoral ya que en los foros de debate barcelonista todo el mundo contaba con Laporta (10.257 firmas), Víctor Font (4.710) y Toni Freixa (2.821). La gran duda era si se lograría colar un cuarto candidato, y ese es precisamente el gran éxito de Emili Rousaud.
A priori, el menos favorito de los cuatro finalistas, pero Rousaud ha sabido poner en valor su alianza con Minguella y mediante una campaña repleta de nombres propios --tanto a nivel de fichajes, como Neymar, Haaland o Mbappé, como a nivel de directivos, con Beto Agustí y varios miembros muy próximos al exdirectivo Quique Tombas-- se ha impuesto al veterano Benedito (que no las presentó, las destruyó), al populista Jordi Farré (2.082) o al exdirectivo Vilajoana (1.967), que apostó mucho más por el proyecto y las propuestas que por los nombres. Menos éxito tuvieron Lluís Fernández Alà (1.177), Pere Riera (tampoco las presentó) y Ferran Estrada (87, como sus años de edad).
Rousaud aglutina una serie de ventajas que sus rivales no tienen y que le hacen un candidato que va claramente de menos a más. De hecho, poco queda ahora del Rousaud visceral que dimitió del Barça disparando a diestro y siniestro, indignado con Bartomeu. Más comedido, con un discurso mucho más elaborado, el exvicepresidente institucional ha sabido poner en valor su perfil empresarial, posiblemente el más preparado para coger las riendas del club en un momento tan delicado a nivel económico, y alinearlo con el potencial deportivo que le otorga Minguella.
Emili Rousaud y Josep María Minguella hacen gesto de victoria en una rueda de prensa de 'Els millors al Barça' / CULEMANIA
Mientras todos los precandidatos se han llenado la boca con La Masía, Rousaud y Minguella han sido los más claros que nadie al explicar cuál será su estrategia de fichajes si ganan las elecciones. Y mantendrán la apuesta por la cantera, pero sobre todo fomentarán los fichajes de grandes estrellas antes de explotar, estilo Pedri, para apostar en pocos pero productivos fichajes franquicia como los citados Neymar, Haaland o Mbappé cuando acaben contrato.
La apuesta de Rousaud por poner en valor la camiseta del Barça ha ido calando en unos socios que ven con mejores ojos la propuesta electoral del CEO de Factor Energía, un empresario de prestigio que levantó una pequeña empresa de cero y que promete no utilizar el Barça para fines políticos, una sombra que persigue constantemente a los independentistas Joan Laporta y Víctor Font. Posiblemente al que más molesta su éxito es a Toni Freixa, que aspiraba a ser el único que representase esa lectura política para poder diferenciarse mejor de Laporta y Font.