El FC Barcelona es un club ciclotímico por naturaleza. Siempre predispuesto al seísmo. Y esta vez le ha pasado factura a Pep Segura.
El hasta este viernes manager de fútbol del Barça tenía atribuciones de mando tanto en lo referente a La Masia como en el fútbol profesional y primer equipo. Sin embargo, era discutido en ambas esferas.
Su cargo con respecto la primera plantilla, ostentado anteriormente por Andoni Zubizarreta y más recientemente, con algunas diferencias, por Robert Fernández, no logra tener estabilidad con una directiva que suele utilizar al que ocupa esa posición como cabeza de turco.
Eran muchos los directivos que pedían el despido de Pep Segura. Finalmente se marcha tras sellar un común acuerdo con el club, ¿pero dónde está el fallo en todo esto? ¿Es un error su despido ahora o lo fue contratarlo al principio? ¿Era la persona indicada para ocupar el puesto? ¿Acaso su papel simbolizaba tan solo una transición? Muchas preguntas y, como de costumbre, pocas respuestas.
Segura cometió errores y también tuvo aciertos. A él le atribuyen los fichajes de Arturo Vidal, Malcom, Murillo o Boateng, pero también tuvo mucho que ver en las ventas millonarias de Yerry Mina, Lucas Digne, André Gomes o Cillessen. Ha recibido muchas críticas. Alguna de ellas justas, otras no tanto.
Especialmente los directivos Javier Bordas, Xavier Vilajoana y Silvio Elías estaban en contra de su labor en el Barça. En cambio, le defendió Jordi Mestre a capa y espada. Dicen de Mestre que lo defendía porque "no sabe de fútbol". El caso es que ambos ya están fuera del club.
Òscar Grau, Abidal, Pep Segura, Ramon Planes (primera fila) y Javier Bordas (arriba) en la presentación de Griezmann / CULEMANIA
Patrick Kluivert será ahora el nuevo director del fútbol formativo, a la espera de ver si Bakero, Amor y Jordi Roura mantienen sus cargos. Abidal está llamado a asumir el poder en el ámbito del primer equipo. Su relación es mucho mejor con el vestuario (a Segura no lo podían ni ver muchos jugadores) y hay quien cree que en este primer año ha tenido el rodaje suficiente como para asumir el mando.
Pero muchos barcelonistas se preguntan si estamos ante un nuevo capítulo de improvisación. Ni Kluivert ni Abidal entraban en las quinielas para asumir estos galones y da la sensación de que tienen mucho más nombre que experiencia.
Es por ello que asaltan algunas dudas recurrentes: ¿Hay una buena planificación tras esa magna estructura ejecutiva y directiva que tiene el Barça? ¿Se toman decisiones para silenciar las críticas y contentar al personal? ¿Si las cosas van mal dadas esta temporada, quién será el próximo cabeza de turco? Ya solo queda Valverde por delante de la cúpula.