En el mundo del periodismo, los off the record han sido utilizados tradicionalmente para obtener información de primera mano con el compromiso de no desvelar la fuente. Se trata de un pacto tácito entre el periodista y el informante que genera beneficios mutuos: el primero consigue información privilegiada, mientras que el segundo garantiza que su información va a ser publicada de forma anónima sin filtros.
Joan Laporta no es una excepción en este sentido y ha recurrido a este tipo de métodos en varias ocasiones. Algunas de forma más formal, citando directamente a varios medios con la intención de enviar mensajes claros y rotundos bajo el paraguas del club, y otras más improvisadas, coincidiendo en un corrillo con varios periodistas en algún acto.
El último off the record de Laporta tuvo más de improvisado que de formal: durante la comida de Navidad con los medios de comunicación, el presidente aprovechó la ocasión para desfogarse ante varios periodistas, la mayoría directores o redactores jefes de sus empresas.
El primer mensaje que envió es que el Barcelona no descartaba echar el resto por Leo Messi de cara al próximo verano, y que se estaban ya enviando los puentes necesarios para empezar los contactos, ya que desde el club se consideraba que la marcha del crack argentino había sido muy mal gestionada por todas las partes, asegurando además que había la opción de recurrir a una nueva palanca como fuente de ingresos para afrontar esta operación de retorno. La información fue recibida como si cayera maná del cielo por los presentes, que colgaron de forma inmediata y al unísono en sus webs la exclusiva.
El segundo fue que Sergio Busquets podía irse este enero o esperar a verano, aunque la intención de Xavi era convencerle para que se marchara en enero de 2024, teniendo en cuenta que la MLS comenzaba la pretemporada en invierno, ofreciéndole la oportunidad de renovar por seis meses.
El tercero es que Bernardo Silva, el gran objetivo del verano pasado, estaba ya totalmente descartado para los planes futuros del club, que Martín Zubimendi, el hombre elegido por Xavi para sustituir a Busquets, era inviable económicamente, y que la opción de Rúben Neves no sólo era factible, sino que ayudaría en la renovación de Alejandro Balde, al compartir agente, Jorge Mendes.
En menos de una hora, todas estas informaciones inundaron las redes sociales, con el protagonismo más absoluto para Leo Messi y su posible regreso al FC Barcelona. El problema es que a Laporta le salió el tiro por la culata en esta ocasión, ya que el off the record se le desmontó esa misma tarde. Una información de Le Parisien, medio afín al PSG, y corroborada por el entorno del argentino, aseguraba que Leo estaba a punto de cerrar un acuerdo por un año más con el club parisino.
Del resto de mensajes, habrá que esperar todavía si se cumplen o no, pero Laporta no se maneja con los estándares de fiabilidad necesarios en este tipo de registros: sólo hay que recordar que la temporada pasada llegó a poner el nombre de Frenkie de Jong en la salida de parrilla, para posteriormente desmentirlo de forma categórica en los medios oficiales del club. Parece que puede ser el mismo camino con Rúben Neves y Zubimendi, ya que por mucho que el presidente quiera colar al portugués, a Xavi no le cuela para nada en su proyecto, por el que a día de hoy pasa por sólo un nombre: el centrocampista de la Real Sociedad.