El presidente de La Liga, Javier Tebas, lleva tiempo dándole vueltas a la organización de un homenaje a Leo Messi en vida. Tal vez un trofeo con su nombre que reconozca al mejor futbolista de la temporada. Tal vez un partido amistoso. Es “el mejor jugador” de los 90 años de historia de la competición, y parece complicado que alguien de los que hoy vivimos en la Tierra pueda disfrutar de algo parecido jamás. Me sumo a esta iniciativa, no sin recordarle al presidente de la patronal de clubes que en su base de datos todavía aparece la dirección del Camp Nou escrita incorrectamente. Corregirla sería un primer paso para reconocer al 10.
Tebas ya sugirió un homenaje a Messi en 2014, cuando Leo superó los 253 goles que anotó Telmo Zarra en la Liga y se convirtió en el máximo anotador de la historia de la competición (con los 36 tantos de la temporada 2018-19 ya lleva 419). Deslizó incluso que esa fiesta pudiese celebrarse en el Bernabéu. “A Messi hay que darle un homenaje siempre”, dijo.
Messi merece un homenaje de todo el mundo del fútbol (y, evidentemente, del Barça) mientras esté en activo, mientras esté en la Liga. He aquí algunos de los registros del 10 con la camiseta blaugrana en el llamado torneo de la regularidad: seis veces pichichi (récord compartido con Zarra), pichichi con más goles (50, temporada 2011-12), más goles oficiales en un mismo año (79, en 2012), más goles oficiales en una temporada (73, en 2011-12), primer jugador en marcar a todos los equipos de Primera División en una temporada (2012-13), más partidos consecutivos marcando (21, en 2012-13), máximo goleador como local (240) y como visitante (179), máximo anotador de falta directa (31), único jugador en la historia en anotar 25 o más goles en 10 temporadas consecutivas, aparte de sus 10 campeonatos como culé (nadie tiene tantos), etcétera…
Antes era más habitual preparar amistosos de este tipo durante el transcurso de la temporada, pero el negocio y el apretado calendario, que van de la mano, los han ido borrando. El campo de la calle Indústria, del que hemos hablado en artículos anteriores, fue escenario, por ejemplo, de homenajes a los futbolistas Lluís Brú, Eduard Reguera y Agustí Sancho mientras seguían en activo, defendiendo los colores azul y grana. También el fundador del club, Joan Gamper, recibió una fiesta personalizada en aquella época. Pero eran otros tiempos, sin profesionalismos. Hoy, en el mejor de los casos, los actos se incluyen en el torneo veraniego de turno. ¿Habrá un hueco para Messi?