El fichaje de Samuel Umtiti fue un gran acierto de Robert Fernández. Con gran discreción, el anterior secretario técnico del Barça moldeó una contratación que solucionó un problema endémico y muy costoso para el club. Tres años después, Umtiti vale mucho más que los 25 millones que pagó la primera entidad deportiva de Cataluña al Olympique de Lyon.

Umtiti tuvo una adaptación exprés al Barça. Con Luis Enrique, primero, y Ernesto Valverde, después, se ha consagrado como uno de los mejores centrales del mundo por su sentido de la anticipación, su contundencia y su buen manejo del balón. Sus primeras dos temporadas fueron espectaculares. Fue el socio perfecto de Gerard Piqué.

El gran rendimiento de Umtiti fue un obstáculo para que Lenglet fichara por el Barça. El exdefensa del Sevilla tuvo muchas dudas antes de comprometerse con el club azulgrana. Temía que su protagonismo fuera residual en el Camp Nou, pero Abidal tiró de experiencia y diplomacia para seducir a Lenglet, que también es zurdo y francés. Fue, por cierto, otro gran acierto del Barça.

Valverde, siempre tan pragmático, respetó las jerarquías del vestuario cuando comenzó la temporada. Umtiti era titular y Lenglet, el primer recambio. Los papeles estaban perfectamente definidos, pero en el Camp Nou ya intuían que la actual no sería una temporada fabulosa para Umtiti, que seguía sin solucionar sus problemas de rodilla.

Umtiti forzó hasta que su maltrecha rodilla falló. El dolor era insoportable. A partir de entonces comenzaron los problemas. Los servicios médicos del Barça le recomendaron que se operara, pero él optó por un tratamiento conservador para evitar el quirófano. Regresó y recayó muy pronto. Mucho más tardío fue su último regreso a los campos.

Hoy, Umtiti es la solución de emergencia de Valverde para cualquier problema con Lenglet, porque Piqué lo juega todo. Samuel, de momento, calla, pero su gestión de la lesión no gustó en muchos estamentos de la entidad. La buena marcha del equipo ha evitado que las tensiones estallaran con mucha virulencia, pero el futuro del exdefensa del Olympique no está claro.

El Barça no pondrá a Umtiti en el mercado para no devaluarlo, pero Bartomeu daría luz verde a su traspaso si recibe una oferta tentadora. Hace un año, en el club se remitían a su cláusula de rescisión. En las altas esferas del Barça no ha gustado el comportamiento del francés y revertirían el dinero que podría generar su traspaso en el fichaje de De Ligt, el compañero y amigo de De Jong. Y ya se sabe que el holandés no es un futbolista barato. Con la venta de Umtiti, todo sería más fácil, y más de uno celebraría su marcha del Camp Nou. Salga o no, habrá jaleo.