Ansu Fati empieza a ser un problema grande para el Barça. El que había sido bautizado como el heredero de Messi y debía tomar su relevo en el campo, no ha podido soportar esta presión y la realidad es que ahora mismo parece imposible que vuelva a recuperar esa versión tan desequilibrante y decisiva de sus inicios.

Las lesiones le jugaron una mala pasada pero ahora su problema no es físico. El problema de Ansu está en su cabeza. Falta de confianza, exceso de presión y demasiados focos puestos en él son las consecuencias de un éxito prematuro que no ha sabido o no ha podido mantener.

Sabe mal pero hay que pensar en qué es lo mejor para él y qué es lo mejor para el Barça. Ansu es uno de los jugadores que más cobra de la plantilla y no está rindiendo como tal. Él no está a gusto con su rol y su entorno tampoco ayuda. Menudo ridículo el show del padre en la Cope... Probablemente el sábado tenga una nueva oportunidad ante el Elche, un examen del que todo mundo estará pendiente. Las declaraciones de Bori Fati no le han hecho ningún favor y, a partir de ahora,  o las cosas cambian mucho de o creo que Ansu tendrá que hacer las maletas.

Es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero el partido de la selección española ante Escocia dejó mucho que desear. Espero que los detractores de Luis Enrique sean también sean tan duros con De la Fuente y es que el martes vimos a una selección sin plan A, ni plan B, ni plan C. Sin ideas, sin estilo y sin espíritu competitivo.

Quizá no sea demasiado buena idea empezar a quemarlo todo pero creo que ahora mismo España tiene un problema generacional. Ya no es sólo cosa de quien se siente  en el banquillo, los jugadores que hay no son lo suficientemente buenos como para competir con las mejores selecciones del mundo. La alineación en Glasgow, con todo el respeto al mundo, no era digna de la selección española y a De la Fuente le faltó humildad y respeto por el rival.

Pero  insistir, sería injusto quemarlo todo al segundo partido. Es demasiado pronto para hacer un balance más consistente pero Luis Enrique era el líder de una selección que se ha quedado sin referentes en el vestuario y, que en estos momentos, no tiene un rumbo definido.