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Leo Messi, en el nuevo Camp Nou, de noche

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Hablemos del Barça

La herida abierta con Messi

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Pasan los años, llegan jugadores jóvenes y nuevos que vuelven a ilusionar al barcelonismo, pero es sólo ver una simple fotografía para recordar que existe todavía un capítulo de la historia del Barça que no se ha conseguido cerrar, como es la salida de Leo Messi.

Esta semana el crack argentino ha estado en la que fue su casa, Barcelona, donde aprovechó para visitar el Camp Nou, su estadio, donde igual que haríamos cualquiera de nosotros, inmortalizó este momento con una imagen que publicó en sus redes sociales con un mensaje que ha dejado claro que la herida sigue muy abierta, tanto por parte del propio Messi, como de Laporta, como también del barcelonismo en general.

Ha sido leer un mensaje perfectamente pensado, en el que el 10 dejaba claro que le gustaría volver antes de retirarse para que todo el mundo haya empezado a pensar como sería el Barça de Flick con la figura de Leo Messi, aunque fuera sólo por dos meses aprovechando la cláusula Beckham.

Ciertamente sería bastante complicado volver a ver a Messi vestido de blaugrana jugando competición oficial este curso o el siguiente, aunque está claro que un genio del nivel de Leo siempre podría encajar en el equipo, ya sea como extremo, delantero centro o mediapunta, a parte del rol que podría tener un jugador de su veteranía y experiencia en un vestuario tan joven, donde la inmensa mayoría de los jugadores tienen al argentino como gran referente y estrella, algo que podría ayudar y mucho a los nuevos cracks a crecer todavía más y sería un auténtico terror para los rivales, aunque, seguramente, esto únicamente es un sueño.

Lo que nos sigue doliendo cuando vemos a Messi en el Camp Nou y con un mensaje tan potente como el que publicó, es recordar como fue su salida, sin público, cuando el argentino venía a renovar su contrato con el Barça, cobrando la mitad, y sin que lo hayamos llegado a entender muy bien del todo, terminó en el PSG, desperdiciando su talento en un momento donde el club le necesitaba y él quería estar en el Barça.

El jugador más importante de la historia blaugrana no puede tener un final tan triste como el que tuvo, llorando solo en una comparecencia pública en el que ni él mismo entendía lo que estaba sucediendo, ante una afición que siguió la comparecencia por televisión con una mezcla de shock y incredulidad, esperando que únicamente se tratara de un movimiento táctico de la guerra entre el Barça y Tebas.

Lo que ha quedado más que claro es que Messi y su entorno siguen muy dolidos con el presidente del Barça Joan Laporta, quién tras abrazarse al maniquí con la camiseta del 10 y con un contrato totalmente pactado, terminó obligando a salir al argentino, que tampoco regresó antes de fichar por el Inter Miami, obligando a este triste recuerdo que tiene la afición sobre la salida de Messi, como ha quedado claro con el mensaje del argentino.

Messi es patrimonio del Barça, el mejor futbolista de la historia, por lo que, aunque al presidente no se le ha visto demasiado cómodo con este asunto, debe hacer todo lo posible para asegurar que tanto Leo como la afición pueden borrar estos recuerdos con una despedida a la altura del más grande, e igualmente, Messi deberá entender que el cariño de la que sigue siendo su afición y de un club que le dio todo está muy por encima de una junta directiva o un momento concreto, y debe cerrar esta etapa de la mejor forma.

Todos los caminos conducen a un gran homenaje mítico, parecido al de Totti con la Roma, en un Camp Nou terminado, nuevo y hasta la bandera de aficionados del Barça despidiendo al más grande de todos los tiempos como futbolista, con un partido entre el Barça y la selección Argentina.

Laporta ya ha anunciado una estatua de Messi en los alrededores del Camp Nou, buena iniciativa para recordar al mejor de la historia, pero que se ha leído como una reacción a todo lo que se ha generado esta semana.

Con todo lo que ha desperado una simple fotografía ha quedado muy claro que la herida sigue muy abierta, que ni Messi, ni Laporta ni tampoco la afición blaugrana han olvidado lo ocurrido, y lo que ha preocupado más a ciertas esferas; el aura de Messi y su trascendencia es tan grande e importante que puede influir en el estado de ánimo del Barça, en sus decisiones, y también, en unas elecciones, algo que parece que puede preocupar.

Pase lo que pase en un futuro todas las partes deben saber que el Barça debe cerrar la etapa de Messi como merece, como el jugador se ha ganado, con un homenaje para el jugador, pero también para la afición que le sigue queriendo y quiere despedirle a la altura de lo que ha sido.

Porque Messi será siempre del Barça, patrimonio del fútbol, pero, principalmente, del conjunto blaugrana, de la Masia y de Barcelona; el único que podría llevar al club a plantearse cambiar el nombre de su estadio.