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La asamblea general ordinaria de socios del Barça en 2021

La asamblea general ordinaria de socios del Barça en 2021 FCB

Hablemos del Barça

No fueron 91, sino 180 millones las pérdidas 2023-24

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El auditor Crowe Spain y el FC Barcelona han hecho pública la auditoria de la pasada temporada 2024-25 en la que, aparte el triunfalismo vertido por el club sobre la misma, sentencia que se cerró con 17 millones de pérdidas. Es decir, un segundo año consecutivo con números rojos (la 2022-23 registró más de 90 millones), que hubiera supuesto el cese fulminante de la directiva, según los Estatutos del club, antes de que fuesen cambiados, a petición de Laporta, en la primera Asamblea (presencial, esta sí) de su segundo mandato.

Fue el comienzo, en 2021, de una fiesta que siguió con un crédito de 595 millones concedido por Goldman Sachs (del que en diciembre se han de pagar 44 millones de intereses) y de la barbaridad de pasar a pérdidas depreciaciones del valor de la plantilla profesional y las amortizaciones.

Esta vez, según la versión oficial del club, hubo 2 millones de superávit y que esos 17 millones de pérdidas provienen de la multa de la UEFA, la minoración en el valor de los asientos vip y otros conceptos menos importantes.

Pero la realidad es que en la auditoría 2024-25, en el Balance de Situación, el que refleja el estado de salud de toda sociedad, el auditor, en una pirueta inconcebible, ha aceptado pasar 90 millones por el deterioro de la “palanca” Barça Vision (ahora Barça Producciones), a pérdidas del ejercicio 2023-24 y no incluirlo en la auditoría actual 2024-25, que es lo que correspondería. Aquello se cerró en la asamblea anterior.

Bajo el artilugio de “ajustes contables” y como por arte de magia, en el Balance de Situación de 2024-25 aparece la cifra de -180 millones en el epígrafe del resultado 2023-24, el mismo epígrafe donde hace un año la cifra era de -90,5 millones. Es decir, han enterrado una cifra descomunal, que dobla las pérdidas de 2024-25 y por las que nadie va a responder. Alucinante.

Hasta llegar a este punto se supone que el sapo que se ha tenido que tragar Crowe ha sido del tamaño de un elefante, aunque, en cambio, no ha aceptado otros cambalaches como manipular el Patrimonio Neto negativo que motivó los 15 millones de multa de la UEFA hace un año. Dicha cantidad fue el primer tramo de los 60 millones del total… si se repite la historia.

Y se ha repetido. Como ya significamos en su día, la UEFA exige unas cuentas aseadas a los clubs que intervienen en sus competiciones y eso incluye que el Patrimonio Neto sea positivo y que, caso de no serlo, se rebaje esa cifra en un 10% anual hasta que sea positivo. Pero hace dos temporadas el Barça pasó de un Patrimonio Neto negativo de 1,9 millones (2022-23) a 94 millones (2023-24), cifra que en esta última auditoría que comentamos (2024-25), lejos de bajar, ha subido casi 60 millones más y ha llegado a los 153 millones.

La pelotilla que Laporta hizo a Ceferin, el presidente de la UEFA, durante el encuentro ante el PSG, es comprensible. Pero la activación de otros 15 millones de multa caerá tarde o temprano… sobre todo si Laporta sigue empecinado con la Superliga que proyectó Florentino Pérez y que está más muerta que viva.

Para más información cabe señalar que el origen de todo este desaguisado está en la valoración de la “palanca” de Barça Vision, tasada en 208 millones, de los que solamente Aramark suscribió unos 25, a cambio de tener durante 30 años el negocio del catering del Camp Nou. La empresa alemana Libero no mordió el anzuelo, tras prometer 40 millones, y a Jaume Roures, que había tendido el anzuelo con 10 millones, le fueron devueltos (!).

Este ha sido el final de una “palanca” fallida, a pesar de que se haya ocultado de una forma tan grosera como sospechosa, como es la de cargar el muerto a un ejercicio anterior, que la Asamblea, burlada, aprobó creyendo que las pérdidas eran de 90 millones, cuando en realidad fueron de 180. Un truco contable de manual… si nadie impugna las cuentas, claro, porque motivos no faltan.

Otros números que “bailan” son los de la Deuda a largo plazo, que en la auditoría de 2023-24 ascendía a 1.838 millones y ha bajado por “decreto” (como las pérdidas del último ejercicio) a 1.211 millones

Todo lo dicho, sin contar con el Espai Barça, cuyos números figuran en una cuenta aparte de la que no se ha facilitado auditoría alguna, como es el caso de la Fundació cuyos números, desde hace años, son un secreto mejor guardado que la fórmula de la Coca Cola.

Este es un avance de la Auditoría 2024-25, porque hurgar en los recovecos de 87 páginas de literatura económico/empresarial requiere su tiempo y no es moco de pavo, ni grano de anís, que diría el clásico.