Con un triunfo convincente contra el Benfica, el Barça certificaba su pase a los cuartos de final de la Champions League, recuperando sensaciones y demostrando que el equipo está preparado para competir contra los mejores.
En una noche europea de esas que ya teníamos ganas de volver a vivir, el protagonismo fue, sobre todo, para Lamine Yamal. El joven talento blaugrana rompía su sequía goleadora con un gol de auténtico crack y silenciaba cualquier duda que hubiera podido surgir. Su repertorio es exquisito y su talento no tiene techo.
Pero no fue el único nombre destacado del partido. Junto a Lamine, Pedri y Raphinha también ofrecieron una actuación superlativa. El canario, con su visión y control del tempo del partido, hizo bailar el centro del campo a su ritmo, mientras que el brasileño, incisivo y decisivo, volvió a demostrar que es uno de los jugadores más inspirados del momento. Ambos fueron claves para derrotar a un Benfica insuficiente. Los tres son claros candidatos al Balón de Oro.
Los cuartos de final ya esperan y, con esta versión, el Barça tiene mucho que decir. Que se prepare el Borussia Dortmund, queremos más. Mucho más.
Un escándalo sin matices
La eliminación del Atlético de Madrid a manos del Real Madrid con un penalti que el VAR anuló sin una repetición del todo clara vuelve a confirmar lo que ya sabíamos: que los colchoneros son el pupas por excelencia y que los blancos NO pueden quejarse nunca más de los árbitros. NUNCA. Lo del miércoles fue un escándalo sin matices.
Más allá de esto, el duelo en el Metropolitano fue una épica batalla de gladiadores, con un Atlético que mereció más premio del que obtuvo y un Madrid que, con muy poco, certificó su billete para los cuartos de final. El dominio colchonero volvió a quedar en anécdota y los de Ancelotti supieron resistir hasta esta fatídica tanda de penaltis para el Atlético.
Veremos cómo se recupera de este golpe el equipo de Simeone, que una vez más ha vuelto a marcharse con las manos vacías de la Champions. El domingo recibirán al Barça en la Liga en un duelo trascendental para ellos y con un importante desgaste acumulado que, sin duda, también acusarán. Los de Flick deben aprovecharlo, ganar en el Metropolitano sería dejar casi sin Liga a los de Simeone.
Impunidad en las redes
El sábado fue un día negro para el Barça y para todo el barcelonismo. Uno de los nuestros se fue cuando no tocaba. Demasiado pronto, de manera repentina y en circunstancias totalmente inesperadas.
El doctor Carles Miñarro, de solo 53 años, era muy querido por la plantilla y también había dejado huella durante su etapa en el equipo de fútbol sala. Desde aquí queremos enviarle nuestro pésame a sus familiares y amigos y dejar constancia, una vez más, del gran profesional y persona que era.
Suspender el partido fue lo más adecuado, lo más sensato y lo que cualquiera hubiera hecho. El Dr. Miñarro era mucho más que un trabajador del club, era parte del equipo, y su muerte fue un motivo de fuerza mayor más que justificado.
Lo digo por todos aquellos que, en las redes sociales, atacaron al Barça por haber tomado esta decisión e incluso aprovecharon para volver a sacar el nombre de Negreira a la palestra. Hace unos meses, Vinicius dijo que España era un país racista. Pues bien, voy a ir más allá, porque creo que en general España es un país de maleducados que no saben el significado de la palabra respeto. Además, las redes sociales son un entorno hecho a medida para que todos estos bobos puedan seguir haciendo de las suyas con total impunidad.
Espero que muy pronto esto tenga consecuencias y pongan en su sitio a toda esa pandilla de sinvergüenzas que se escudan tras una pantalla para vomitar todo tipo de tonterías sin miramiento.