Tras unas semanas de dudas parece que el Barça de Flick vuelve a tener un nuevo portero titular, o, como dijo el propio entrenador, un número uno: Wojciech Szczesny.

Ciertamente estamos ante la decisión más incomprensible de Hansi Flick como entrenador del Barça, ya que, hasta la fecha, Iñaki Peña no había tenido ninguna actuación que justificara su suplencia y en cambio, Szczesny no había demostrado seguridad como guardameta blaugrana.

Flick sabrá la realidad de la situación porque es la persona que los ve a diario y conoce las prestaciones de cada portero, pero la sensación general es la de que algo más ha tenido que pasar para un cambio tan directo de portero titular más allá del retraso de Iñaki unos pocos minutos en Arabia.

Dejando a un lago que Flick pueda tener o no razón sobre qué portero debe ser el titular en el Barça, la realidad es que esta decisión deja muy tocado a Iñaki Peña, ya que cuando mejor estaba jugando y menos dudas generaba, o incluso, cuando más había crecido como portero titular, se le ha alejado del terreno de juego en favor de un Szczesny que venía de una retirada y no tiene el juego de pies que se supone a portero blaugrana, dejando a un lado algunas actuaciones que pusieron de los nervios a la grada culer.

El futuro de Iñaki Peña en el Barça ha quedado totalmente definido y aunque tiene contrato hasta 2026, lo más probable es que busque una salida este próximo verano, aprovechando que ha estado en el escaparate cuando era titular y que Flick ya le ha dejado claro que no va a contar con él pese a la grave lesión de Ter Stegen.

Si hablamos de futuro tampoco podemos hablar de Szczesny, un portero al que habrá que agradecer que haya salido de la retirada para venir al Barça en un momento de necesidad con la lesión de Ter Stegen, pero que no puede ser una opción de futuro más allá de esta temporada o de que para la próxima, pueda ser el suplente del capitán blaugrana, una vez recuperado.

El debate si es que alguna vez lo hubo, porque en general Iñaki Peña no había provocado dudas, es que a parte de ser un debate innecesario ya está terminado, con un Szczesny que será titular hasta junio y un Iñaki Peña que hará las maletas.

Pero la realidad en la portería blaugrana debe ir mucho más allá de como vaya a terminar la presente temporada; Ter Stegen cumple 33 años en abril y sale de una gravísima lesión, por lo que el club ya debe empezar a planificar la difícil sucesión del alemán, este es el verdadero debate que debe tener la secretaría técnica blaugrana para definir la portería de la próxima década.

Con Iñaki Peña fuera de la ecuación y un Szczesny anecdótico es obligado que empiece el baile de nombres pensando en el futuro, que no debe ser inmediato pero si próximo (máximo dos temporadas), siendo esta posición una de las más complicadas de cubrir por el juego que exige el Barça.

No todo gran portero ha nacido para ser el guardameta del Barça, esta es una posición muy complicada e importante que sólo unos pocos elegidos podrán ocupar durante varias temporadas, al nivel de grandes leyendas como Valdés, Zubizarreta, Urruti, Sadurní, Ramallets o el propio Ter Stegen.

Antes que empezar a rastrear el mercado toca mirar a la Masia, donde el nombre de Deigo Kochen suena con fuerza y que, si termina siendo el elegido, podría tener el honor de ser el segundo de Ter Stegen para ir cogiendo los galones necesarios para ser su sucesor.

Si finalmente la pedrera blaugrana no tuviera opciones reales para esta demarcación será el momento de acudir al mercado en busca del nuevo Ter Stegen, en una operación similar a la que pilotó Andoni Zubizarreta cuando escogió al alemán para ser el relevo de Víctor Valdés cuando todavía era un joven por descubrir, una operación muy difícil pero altamente positiva.

Sin duda habrá un verdadero baile de nombres, donde en las últimas semanas ya se han comenzado a escuchar los primeros nombres, como Joan Garcia, Álavaro Valles, Verbuggen, Klaesson o Mio Backhaus, aunque es posible que el nombre del elegido por parte de la secretaría técnica si no es Diego Kochen realmente siga siendo desconocido para el gran público.

Sea quién sea el elegido éste debe ser joven, con futuro, proyección y con el ADN blaugrana, para afrontar la próxima década como un seguro en la portería del Barça y siendo el primer jugador en jugar el balón, alguien con hambre y ambición que esté dispuesto a venir y trabajar muy duro para demostrar que puede ser el nuevo titular de la portería más complicada del mundo.