El fichaje frustrado de Nico Williams en verano desató lo que ahora se conoce como “una ola de hate” contra el director deportivo del Barcelona, Deco. La precariedad del Barcelona en cuanto a su límite salarial y la recurrente falta de inversión en Barça Vision dejaron al pequeño de los Williams en Bilbao y el ejecutivo azulgrana fue el foco de la ira de bastantes aficionados.
Más allá de la visceralidad del día a día, si echamos la vista atrás y analizamos el trabajo de Deco, su gestión tiene más luces que sombras.
Arrancó el portugués fichando a Vitor Roque, un delantero joven para ir preparando el relevo de Lewandowski. La falta de fair play le empujó a una cesión al Betis y el club espera que se revalorice en Sevilla. Se gastó 31 millones, que todavía se están pagando, y resulta evidente que la operación no ha dado el resultado que se esperaba de ella.
La mácula de Tigrinho contrasta con el acierto absoluto del fichaje de Dani Olmo. En medio del ruido por Nico Williams, Deco aceleró por el de Terrassa y materializó su regreso a Barcelona tras proclamarse mejor jugador de la Eurocopa.
Ingresó 9 millones por el traspaso de Chadi Riad al Betis, 10 por el de Julián Araujo al Bornemouth y 10,3 por el de Mikail Faye al Stade Rennes. Además, el Barça empezará a recoger los frutos, que hizo con los traspasos de diferentes futbolistas como Mingueza, el propio Faye, Nico González o Abde, de los que el Barcelona mantiene un porcentaje de un futuro traspaso. Como se dice en Cataluña, mica en mica s’omple la pica.
Tampoco hay duda de que el Barça está pletórico en el aspecto físico y el gran artífice del cambio en la preparación deportiva es él. En la famosa noche del sushi, Deco y Xavi pactaron cambios en el área de preparación física. Fue el técnico catalán quien le abrió de nuevo las puertas del club a Raúl Martínez, fisioterapeuta de prestigio. Y Deco nombró a Julio Tous, el poli malo que Flick necesitaba. Junto a él se incorporaron Pepe Conde y sus ayudantes, Rafa Maldonado y Germán Fernández.
Ahora que el Barça ha dejado de estar excedido en su límite salarial, Deco ha abogado por garantizar la continuidad de la columna vertebral del equipo. Ha logrado que Ronald Araujo renueve y no se vaya por un precio irrisorio a la Premier League. También están a punto de dar el sí quiero Pedri y Gavi y ha garantizado la continuidad de los dos pivotes que el club se ha sacado de la chistera: Marc Bernal y Marc Casadó. La guinda del pastel será la renovación de Lamine Yamal.
Salvo cambio de última hora, el Barça no irá al mercado. Araújo ha decidido no ir a la Juve, Ansu Fati no quiere aceptar una oferta de Arabia y Christensen se ha lesionado. Hubo un tiempo en que se planteó cambiar a Raphinha por Luís Díaz. Esos tiempos quedaron atrás. El brasileño está en números de Balón de Oro y en la dirección deportiva han aplicado la máxima de más vale pájaro en mano que ciento volando. Buen trabajo, Deco.
¿Qué pasa en la oficina de atención al jugador?
Hubo una época en la que Pepe Costa dirigía la oficina de atención al jugador. Es un servicio de ayuda integral a los futbolistas que proporciona el club para solventar problemas del día a día. Pepe Costa se fue con Messi y desde que entró Laporta, este departamento ya ha sufrido alguna remodelación.
Primero se colocó a Gonzalo Rodríguez, team manager del femenino, para preparar el relevo de Carles Naval, histórico delegado del primer equipo. Era un buen profesional, mano derecha de Markel Zubizarreta en el equipo femenino y en la Federación Española, pero cometió un error con el pasaporte del entrenador (Xavi no pudo viajar con el equipo a una gira por EEUU) que le costó el cargo. Alejandro Echevarría lo fulminó. En su lugar pusieron al delegado del filial, Toni Alonso, con una trayectoria de 35 años en el club, que forma tándem con el incombustible Naval.
Por otro lado, Joel González fue colocado por Enric Masip para sustituir a Pepe Costa en la oficina de atención al jugador. A su lado pusieron a Marc Garrell, que participó en la campaña electoral de Joan Laporta. No dieron el resultado esperado y ahora ambos han sido relegados. En su lugar han contratado a Dani Codina que llega del Manchester City. El cambio lleva de nuevo el sello inconfundible de Alejandro Echevarría, que conoce desde hace años las necesidades de los jugadores y quería mejorar este servicio. Joel González quedará a las órdenes de Xavier O’Callaghan (otro hombre de Masip) en las secciones mientras que Garrell ha sido despedido.