Que Hansi Flick ha entrado en el FC Barcelona con el pie derecho es ya un hecho irrefutable. En poco más de cinco meses ha construido un equipo reconocible, con una seña de identidad única, plagado de jugadores de la cantera, ambicioso y competitivo hasta la extenuación y sobre todo ganador. Sólo así se puede entender que lidere en solitario la Liga -a dos puntos del Real Madrid, si bien los de Ancelotti con un partido menos- y tenga ya prácticamente los dos pies en la siguiente fase de la Champions.
El recital de juego que exhibió este miércoles en Dortmund ha servido para corroborar que Flick tiene entre manos un equipo para monopolizar el fútbol europeo durante la próxima década. Que tenga un once con la media más joven del campeonato es sólo un dato más que ejemplifica el gran trabajo del entrenador alemán, tanto a la hora de gestionar a los más jóvenes como dar minutos a la cantera. Y es que mientras Carlo Ancelotti asegura, sin ningún tipo de rubor, que antepone a Tchouaméni respecto a Asencio porque quiere ganar partidos, Flick se saca de la manga un sublime Marc Casadó, que ahora mismo es la gran revelación de la temporada. 
Evidentemente son dos formas muy diferentes de ver el fútbol, aunque los dos acaben por buscar el mismo objetivo: ganar. En el caso del italiano poniendo siempre las luces cortas en el horizonte, mientras que el alemán, sorteando los obstáculos, alternando las luces cortas y largas.
Y si en la Liga española, el Barça de Flick sigue en lo más alto, aunque con la diferencia de puntos recortada de forma preocupante en las últimas semanas, tras las derrotas ante la Real Sociedad y Las Palmas, y los empates contra el Celta y el Betis, en la Champions sólo hay un equipo que mejora las prestaciones de los blaugrana: el Liverpool
El resto, es decir, un total de 34 equipos, tienen que alzar el cuello para ver a los blaugrana. Y algunos ni alzando el cuello son capaces de ver al Barça. Nos referimos a clubes como el Real Madrid, Manchester City o el PSG.
El equipo que dirige Pep Guardiola suma 8 puntos de 18 posibles, tras perder ante la Juventus (2-0) este miércoles, mientras que el de Luis Enrique está incluso en una situación más límite, con 7 puntos en el zurrón, gracias al triunfo 0-3 al RB Salzburg en esta última jornada. Como las matemáticas a veces son tan crueles como caprichosas, ni sumando los puntos del City y del PSG superan al Barcelona de Flick, que, desde su atalaya, gracias a los 15 puntos, otea el horizonte con optimismo. Que Flick tenga los mismos puntos que Guardiola y Lucho juntos dice mucho, y bien, del trabajo del entrenador germano, y más bien poco, y mal, de los otros dos. 
Eso sí para quien quiera disfrutar de emociones fuertes le emplazamos a la siguiente jornada de la Champions, que se disputará ya en enero, con el duelo entre el PSG y el City. Uno de los dos caerá definitivamente en el abismo. Flick lo podrá mirar con la tranquilidad de tener a su equipo virtualmente clasificado, con la ayuda inestimable del talento y trabajo de un puñado de imberbes descarados, algo que no podrá decir tampoco Ancelotti, ni lo de clasificado ni lo de los chavales.