La misión principal del departamento de metodología del Barcelona es ayudar a formar futbolistas para el primer equipo. La prolífica Masía usa una técnica científica para gestionar la evolución de sus jóvenes promesas para que puedan rendir como lo hacen Lamine Yamal, Gavi, Fermín, Pau Cubarsí, Marc Casadó y compañía.

No es casualidad que tras la mejor camada de la historia del fútbol (Messi, Xavi, Iniesta, Piqué, Valdés, Busquets…) hayan aparecido, de entre las mismas cuatro paredes, unos renacuajos dispuestos a marcar otra época dorada en el fútbol. El engranaje formativo del que dispone el Barcelona para desarrollar su propio talento es, sin lugar a duda, la gallina de los huevos de oro.

Sobre el campo se trabaja en una misma línea de entrenamientos, desde la escuela hasta el filial. Se incluyen ejercicios específicos por posiciones y un programa constante de formación de los técnicos. En el césped se habla el mismo idioma y las palabras más utilizadas son: tercer hombre, jugar de cara, circular rápido el balón y aprovechar el espacio y el tiempo. Pero más allá del césped, el ADN Barça se ha instalado también en los despachos de la dirección deportiva.

Uno de los últimos inventos del departamento de metodología del Futbol Club Barcelona es un programa interno para la optimización de cesiones. El grupo humano dirigido por Sergi Milà tiene en cuenta diferentes variables de todos los equipos de la primera división y los punteros de la segunda para analizar cuál es el mejor destino para los jugadores que no tienen espacio en la primera plantilla.

Se analiza el estilo de juego y el perfil de su entrenador. También se divide entre los clubes que participan en competición europea. Se estudia la competencia en la posición concreta del jugador que se quiere ceder, la presión del entorno (ninguna como la del Barcelona) y la confianza de la entidad en la gente joven.

Estos son los parámetros fijos para tener en cuenta en cualquier cesión. Más tarde entran los variables, dependiendo de si el jugador es portero, defensa, centrocampista o delantero. En el caso de un central se añade a la ecuación la presencia en campo contrario y la posesión de balón media. En el caso de un delantero, los centros al área y los tiros a portería.

Con todos estos factores se elabora una métrica y se ordenan, de peor a mejor opción, los distintos equipos de la primera división para cada futbolista. En el caso de un central del Barça del año pasado, los mejores equipos que resultaron fueron el Girona, seguido de Las Palmas, el Atlético de Madrid y la Real Sociedad. Los peores equipos posibles para un central con proyección azulgrana resultaron el Alavés, el Cádiz y el Getafe.

En el caso de los delanteros, la mejor opción que brindó la máquina fue el Sevilla, seguido del Girona y el Atlético de Madrid. El peor equipo para ceder a un atacante era el Valencia, acompañado de Las Palmas y el Granada. Lógicamente, antes de empezar la criba, se descarta al Real Madrid (rival directo) y al Athletic Club, por su idiosincrasia.

Al mismo tiempo, este misma área ha creado el DNI del jugador. Otro programa que pretende que Deco y sus ayudantes, a simple vista y en un par de minutos, tengan toda la información de cualquier futbolista del club a partir de su edad juvenil. En esta ficha, los encargados del Barcelona incluyen estadísticas de juego, la posición, la categoría en la que juega, su valor de mercado, su representante, las competencias personales, la valoración de identidad (si es perfil Barça o no), la valoración media y su proyección (una estimación sobre si el jugador es proyecto de primer equipo o se tiene que seguir formando). También incluye un historial médico y su índice de rendimiento, además de videos destacados para que los puedan contemplar el director deportivo.

Estos dos programas están a disposición del área de fútbol, para saber qué tienen en casa y para que vaya a buscar la mejor cesión al jugador que debe seguir formándose. Este trabajo es el mejor ejemplo de cómo evoluciona el método Barça y el ejemplo de que en los despachos de Sant Joan Despí se siguen estrujando el cerebro para formar Balones de Oro. Es el mejor patrimonio del club.