Es una evidencia que la covid ha arrastrado muchos problemas de salud que antes, si bien también existían, no se hablaban desde la máxima transparencia que ahora se les da. El líder indiscutible de todos ellos va ligado a la salud mental. Y, en ella, hay depresiones, traumas, enfermedades mentales y otras alteraciones que una gran parte de la sociedad sufre en el día a día. Lamentablemente, muchas veces no se pueden diagnosticar con unos resultados tangibles porque los problemas psicológicos derivan del estado mental de las personas. Pero celebro que un tema tan importante se haya puesto encima de la mesa.
Como todo problema que aflora en la sociedad, rápidamente corre el riesgo de convertirse en un aspecto banal. Las grandes voces mediáticas se apoderan de ellos y abren un debate entre lo verdadero y lo inverosímil. Y me explico: recientemente, la top model americana Bella Hadid expuso en su perfil como influencer de instagram, unas fotografías de ella llorando, con el rímel de los ojos corridos y una serie de instantáneas de ámbito personal que me llegan a pensar, ¿en qué momento te tomas una foto cuando estás mal y luego la publicas? Pero el problema no está solo en las modelos, también está en otras voces líderes de distintos sectores. Uno de ellos, el deportivo.
Es una evidencia que la visualización de estos problemas por parte de futbolistas ha aflorado antes que la homosexualidad. En el fútbol, ya se puede decir abiertamente que sufres una depresión, pero en ningún caso que eres homosexual. Es así de triste. Volviendo al ámbito de los problemas de salud, Andrés Iniesta y Bojan Krkic han hecho documentales y se han atrevido a hablar abiertamente de lo que han sufrido. Es muy importante que esto se hable y se exponga. El último que sufre esto y su seleccionador francés, Didier Deschamps, lo ha expuesto es Kilian Mbappé.
A partir de aquí, vale la pena no frivolizar con el concepto de salud mental y diferenciar claramente los que tienen un problema real de los que tienen una crisis transitoria del juego o una falta de concentración. ¿Hasta qué punto Mbappé sufre un problema de esta magnitud? ¿No es menos cierto que la presión de los deportistas de élite va más ligada al deporte individual que al colectivo? ¿Es la salud mental la nueva excusa para justificarlo todo?
En mi modesta opinión, considero que no podemos restar importancia a las declaraciones sinceras que nos exponga un jugador cuando tiene un problema de esta magnitud. Pero tampoco podemos entrar en el terreno de la especulación para poner en el carro de los problemas, el aspecto mental como el punto de arranque de cualquier tema. Además, los que verdaderamente lo sufren tienden a callarlo, esconderlo y explicarlo posteriormente. ¿Qué le pasa a Ansu Fati más allá de una crónica lesión? Los que callan, a veces, dicen mucho más.
Y acabo: igual que las modelos, los futbolistas también son las nuevas estrellas del rock del aparador mediático e influenciable. Y si ellos no dan ejemplo, esta sociedad, cada día más, será una banalización de todo.