En 1996 aparecía en escena L'Elefant Blau (Elefante Azul), de la mano de Joan Laporta y Sebastià Roca, como movimiento opositor a Josep Lluís Núñez. Dos años después promovía una moción de censura, que contó con más de 14.000 adeptos, consolidando a esta plataforma como una alternativa real a la presidencia del FC Barcelona. En 1999 propuso una auditoría externa para conocer la situación real del patrimonio del club y un año más tarde logró que Núñez renunciara a su cargo ante el desgaste evidente de su figura, siendo Joan Gaspart el vencedor de las elecciones, tras derrotar a Lluís Bassat. A principios del 2003, el hostelero dimitió, viéndose obligado a adelantar elecciones, donde salió claramente vencedor Laporta. A partir de ese momento, la plataforma 'L'Elefant Blau' desapareció de la actualidad blaugrana.
Dos décadas más tarde, la oposición, en este caso a Laporta, vuelve a reagruparse, tras varios años de indolencia y desgana. El único que nunca ha desfallecido, Víctor Font, reclama su lugar para liderar esta nueva plataforma, prometiendo dar cobijo a todos en su proyecto, 'Sí al Futur'. Veremos el grado de alianzas que logra el empresario catalán, consciente que la división sólo favorece a Laporta.
La Asamblea de este sábado puede ser un punto de inflexión en este sentido. Pese a las trabas de ser telemática y no presencial, los grupos opositores podrían aprovechar para desmontar el relato que proviene desde el club, en el que todo funciona a las mil maravillas y estamos más cerca que nunca del mundo de Oz. Difícilmente lograrán que la directiva no logre sacar adelante los presupuestos, pero parece evidente que será con muchos matices y sin la unanimidad absoluta y beligerante de otros años.
El desgaste a Laporta está siendo muy similar al que sufrió Núñez con el 'elefantito' haciendo sonar la trompa cada día. En aquella ocasión, un risueño y cautivador Laporta consiguió una gesta casi imposible: destronar al emperador tras 25 años en la poltrona. Necesitó un poco más de tiempo para asaltar la presidencia, pero lo hizo ante la mismas narices del 'establishment', que representaba por aquel entonces el publicista Bassat.
A las puertas de la Asamblea, los opositores de Laporta están obligados a hacer abrir los ojos a los incrédulos y a ser más didácticos que nunca sobre los números que presentará la directiva. Seguramente no contarán con altavoces tan potentes como el poder, pero al final la verdad siempre acaba cayendo por su propio peso. Será el momento de poner contra las cuerdas a los que se vanaglorian de los presupuestos y sacan pecho respecto a las finanzas de la entidad. Veremos sin son capaces o no.
Si consiguen activar a los socios resignados y son capaces de generar sinergias entre los más activos, puede que estemos ante un nuevo animal, tan o más fiero que el elefante, quizás un rinoceronte, pero no el asiático -indolente y domesticado-, sino el africano, capaz de levantar por los aires con sus cuernos al león más fiero. ¿Estaremos ante el nacimiento del 'Rinoceronte Verde'? El sábado por la noche lo sabremos...