Pep Guardiola ya nos avisó en verano de 2011 cuando dijo "antes se hacían pretemporadas y ahora son giras", una frase que en ese momento se interpretó como un dardo a la junta directiva del momento, pero que, con el paso de los años, tiene mucho más sentido del que pudo tener entonces.

Este 2024, los jugadores del Barça sin compromisos internacionales regresaron a la Ciutat Esportiva Joan Gamper el 10 de julio y tras dos semanas de entrenamientos el domingo 28 viajaron a Estados Unidos para iniciar la gira, donde han ido llegando jugadores como Ter Stegen, Gündogan, Raphinha o Koundé, aunque lo que realmente se esperaban eran movimientos en clave mercado, principalmente fichajes.

Atrás han quedado los veranos en los que el Barça volvía a la actividad y tras las pruebas médicas el equipo se desplazaba, prácticamente al completo, a Peralada, a realizar lo que llamábamos un stage de pretemporada. Se jugaban amistosos con modestos equipos catalanes y europeos, se hacía algún bolo en Europa con equipos históricos. Realmente era una puesta a punto en casa de los jugadores que disputarían la temporada.

Como ya anunció Pep Guardiola en 2011, las pretemporadas como tal son historia y han dado paso a las giras, donde los intereses deportivos y los económicos no siempre van de la mano. Y convive la necesidad de preparar a los jugadores para la temporada que comienza y expandir la marca Barça por el mundo.

Ya en tierras americanas, los de Flick empataron frente al Manchester City (2-2) en Orlando (con victoria en los penaltis), derrotaron al Real Madrid (1-2) en New Jersey y volvieron a empatar frente al AC Milán (2-2) en Baltimore (aunque con derrota en la tanda de pena máxima), lo que seguramente hace más entretenida la pretemporada para el espectador, pero también más exigente y apretada. Los eventos del club comparten protagonismo con los entrenamientos de Flick y con algunos contratiempos derivados de inclemencias climatológicas americanas que nos auguran un Mundial 2026 bastante movido.

Hay que reconocer que las giras se han convertido en una nueva fuente de ingresos de estos transatlánticos del fútbol europeo, pero deben ser compatibles con una buena preparación física y táctica de los equipos antes del inicio de la temporada, especialmente para prevenir lesiones importantes a lo largo del curso, que se han incrementado en los últimos años.

A todo ello, los jugadores internacionales tendrán que realizar una auténtica odisea de partidos, viajes y eventos, una carga a veces excesivas y que ya ha provocado varios disgustos a la afición blaugrana, especialmente con Pedri, que una vez más vuelve lesionado de la Eurocopa. Su lesión se suma a la que también ha sufrido Ronald Araujo.

No puede ser que el Barça pierda a Fermín para todo el verano para disputar Eurocopa y Juegos Olímpicos y no pueda iniciar la temporada con el Barça porque necesita vacaciones. O bien que Cubarsí no pueda conocer realmente las tácticas de Flick hasta la vuelta, con la temporada en marcha.

Los clubes deben empezar a plantarse y a poner límites a los grandes organismos del fútbol, algo que también deberían hacer los jugadores en pro de su salud, pues resulta totalmente insostenible realizar más de 70 partidos por temporada entre su club y la selección.

Si queremos que la gallina de los huevos de oro siga dando dinero hay que poner límites para cuidar a los jugadores. Por ejemplo, un número máximo de partidos a disputar por jugador con preferencia para el club, un número máximo de jugadores a convocar por una selección a un club concreto, y/o una única competición internacional con su selección (o Eurocopa/Copa América, o Juegos Olímpicos), dejando un margen a los equipos para realizar una buena preparación.

Hay que separar la temporada con el club de los partidos de selección, poner límites a las cargas de partidos, y realizar pretemporadas o giras que hagan compatibles los amistosos y los eventos del club con una buena preparación si queremos garantizar una buena temporada y pocas lesiones.

Por cierto, tal vez no toque ahora comentar este asunto, pero que la temporada comience el 17 de agosto y que cuatro jornadas y 15 días después el fútbol de clubes se detenga para realizar otro parón de selecciones es otro de los sinsentidos que tienen las temporadas (y que en el fútbol femenino es todavía peor).