El último partido que se vio a Ronald Araujo en un terreno de juego vestido de blaugrana fue el fatídico 4-2 de Montilivi ante el Girona el pasado 4 de mayo. A partir de ese día, unas misteriosas dolencias dejaron al jugador fuera del once. Y decimos misteriosas porque nunca hubo un comunicado médico que excusara la ausencia del jugador en el campo. De hecho, durante el tramo final de curso, el nombre de Araujo se relacionó más por temas extradeportivos que deportivos, con supuestas listas de bajas, mensajes tóxicos, amenazas y traiciones. Un asunto bastante turbio, que acabó con Xavi Hernández en la calle y su relación con el ex cuñado de Laporta, Alejandro Echevarría, hecha añicos. Pero ese es otro tema que ya abordaremos un día si llega el caso.

El nombre de Araujo ha reaparecido estos días con fuerza. Y no porque sus agentes estén dando largas al club a la hora de abordar su renovación -el central acaba contrato en el 2026- o porque el club vea en el central charrúa una fuente de ingresos en el caso de necesitar una venta importante, sino porque una lesión le ha vuelto a barrar el paso. Un contratiempo que se ha vuelto rodeado de un halo de misterio, que, desgraciadamente, no es novedad cuando el afectado es Araujo.

Tras tres días en el limbo, los médicos uruguayos emitieron un comunicado infame y más propio de un estudiante de segundo de ESO que de un profesional reconocido. "Sufre una lesión muscular", fue el resumen de tres intensos días de pruebas. Por no decir, ni se aclara el músculo y ni la pierna. Aquí vamos a poner un poco de 'luz a la oscuridad': se trata del bíceps femoral de la pierna izquierda.

Desde el país charrúa se apunta que es muy difícil todavía hacer un pronóstico, pero desde Barcelona se habla directamente de pruebas poco profesionales, hablando casi de 'amateurismo'. Una nueva guerra médica entre Uruguay y el FC Barcelona, que ya ha tenido varios episodios, siempre con el defensa como protagonista.

Ahora mismo nadie se atreve a dar un pronóstico certero de la lesión de Ronald Araujo. En el mejor de los casos, es decir, si no tiene el tendón afectado, estaríamos en torno a los dos meses de baja, pero si al final el tendón está tocado, se precisaría cirugía, y el tiempo de baja se podría alargar finalmente cuatro meses. A ese tiempo, habría que sumar el que ya llevaba sin jugar por esas misteriosas molestias -el club filtró oficiosamente que era el aductor-, por lo que el negocio empieza a tener tintes ruinosos.

Con este panorama tan desolador, el Barcelona ha de entrar en el mercado. Con las dificultades intrínsecas de no estar todavía en la regla 1:1 del 'fair play' y con uno de los posibles cromos, Ronald Araujo, apartados 'sine die'.

Y en medio de todo se encuentra Hansi Flick. El técnico alemán aún está aterrizando como aquel quien dice, está dispuesto a probar a todos los jugadores que le pongan en las manos y a dar oportunidades al más pintado. El 'quid' de la cuestión es saber si, como dijo Xavi, con la actual plantilla "no llegamos", o finalmente se hace un esfuerzo para reforzar la plantilla, con Lamine Yamal como gran estandarte del proyecto.