Ese no rotundo, esa salida irreversible del Barça y todo lo que antes se veía negro ya no es así. No sé si todo ha sido una cortina de humo o realmente ha habido un cambio en el pensamiento de Xavi y de la directiva del Barça.

Cuando el de Terrassa anunció su marcha, el equipo todavía estaba vivo en la Champions, en la Copa y la distancia con el Madrid en la Liga era menor pero, a pesar de que la situación ha empeorado, las sensaciones son distintas. Con el equipo, la directiva y la prensa.

La confianza en los jóvenes nos ha hecho creer a todos en un proyecto de futuro. El discurso de que el equipo está en construcción ha dejado de sonar a excusa para empezar a cobrar sentido. Y, sin embargo, tampoco hay que olvidar que las alternativas a Xavi también ofrecen más dudas e interrogantes que el técnico egarense.

No sé si es por convicción o por necesidad pero que Xavi siga, más allá de como se ha gestionado su futuro, me parece una buena noticia para la estabilidad del club. Vienen tiempos difíciles. Habrá que definir hacia dónde queremos ir y no sé qué objetivos se nos plantearán para la próxima temporada. Dudo que con lo que tenemos seamos capaces de poder competir por los títulos pero, al menos, nos volveremos a ilusionar.

No hay nadie que conozca y quiera tanto al Barça como Xavi. Hay que pulsar el botón de reset y dejarle trabajar. Solo espero que Laporta también haya aprendido la lección y adapte su discurso a la cruda realidad del club.

Resaca de un Clásico adulterado

Sí, la actuación arbitral fue un desastre. Soto Grado ya nos ha birlado 7 puntos esta temporada pero ya sabíamos que, después de una temporada donde el Real Madrid ha salido prácticamente a ayudar por jornada, el Clásico no sería diferente. El Barça no podía ganar esta Liga y así será. Felicidades a los blancos por este título.

Dicho esto, el Barça también debe hacer autocrítica. Mucha. Los últimos dos partidos han sido nefastos y, más allá de los errores arbitrales, también ha habido fallos individuales que han salido muy caros. Cancelo ha salido en más fotos que la Obregón, pero Xavi también queda señalado por no saber dar con la tecla y volver a tropezar con la misma piedra en tan poco tiempo.

Además, el discurso del entrenador del Barça no puede ser tan básico. Le falta elegancia y debe ir más allá. También el del presidente. Laporta decidió pasar al ataque con un discurso tan amenazador como inverosímil. Es imposible que el Clásico se repita. Está bien que el presidente salga a defender los intereses del Barça, pero lo hizo tarde y mal.

Queda un mes para que se acabe esta tortura de temporada pero ojo que esto todavía se nos puede hacer muy largo.