Fue un auténtico drama. El Barça estuvo a punto de volver a hacer el ridículo ante el Almería, el colista. Esta versión azulgrana es cada vez más preocupante, cada vez peor y no hay manera de revertir la situación.
Sin embargo, se ganaron tres puntos vitales y el parón de Navidad será algo más tranquilo de lo esperado. Me alegro y no entiendo a todos aquellos culés que querían que el Barça perdiera para acabar de quemarlo todo.
Sergi Roberto, uno de los jugadores más criticados de la plantilla, salvó los muebles con un doblete y también lo celebro por él. Un jugador de la casa, que nunca ha tenido una mala palabra, que siempre ha recibido más palos de los que se merecía y que sigue en el Barça por terco y por haberse rebajado considerablemente el sueldo. Se lo merece.
Y volviendo al inicio, y pese a que el discurso y la autocrítica de Xavi han mejorado, todavía hay que ir un poco más allá. El momento del equipo es muy preocupante y no se resolverá por arte de magia. El parón irá bien para coger un poco de aire, pero no solucionará nada si no se cambian las cosas desde dentro del vestuario. Es necesaria una sacudida y cuanto antes mejor.
Sin potasio
La lesión de Pedri, hablando claro, es una putada. El canario ya se ha perdido casi tres meses de competición y ahora, cuando más le necesitamos, vuelve a ser baja.
Es preocupante porque la temporada pasada ya estuvo K.O. un tiempo parecido y desde entonces que no hemos podido ver su mejor versión. Aquella versión que llevaba la batuta del juego del Barça y la selección y que lo convirtió en uno de los centrocampistas más determinantes de Europa.
Tanta lesión no es casualidad y me niego a pensar que desde el Barça no se lo han mirado. No sé si es que no trabaja lo suficientemente bien la musculatura, si tiene algún problema en los tejidos, que no se ha curado bien sus antiguas lesiones o que la alimentación no es la adecuada. No lo sé, pero lo que está claro es que alguna cosa falla y cada vez que falla, Pedri y los servicios médicos del club quedan señalados. Se tienen que buscar culpables y encontrar soluciones como pasó con Messi en su día.
Sin Pedri, el Barça no es el Barça, y a estas alturas del curso, no nos podemos permitir el lujo de abrir el debate sobre si el canario es un jugador de cristal con un futuro incierto.
Rumbo a Napoli
El Nápoles será el rival del Barça en los octavos de final de la Liga de Campeones. No era de los peores equipos del bombo pero tampoco es ningún regalo. No nos confiemos, no estamos para tirar cohetes, los equipos italianos siempre son incómodos. El Napoli, aunque tampoco esté pasando por su mejor momento, es un muy buen equipo, con grandes jugadores y el año pasado ganó la Serie A.
Además también hay que tener en cuenta que, para bien o para mal, los equipos cambiarán mucho de aquí al mes de febrero cuando se disputarán las eliminatorias. Y es aquí donde precisamente confío en la mejora del Barça. A día de hoy no creo que los de Xavi fueran capaces de superar esta eliminatoria así que espero que de aquí a 2 meses tengamos otra versión del juego blaugrana que me permita entonar otro discurso.
Esto son los octavos de la Champions y, o cambia mucho la película, o los Osimhen, Kvaratskhelia y el espíritu de Maradona nos pueden volver a hacer vivir otra noche de pesadillas europeas.