Poco nos pagan por ser del Barça y aguantar el chaparrón que nos está cayendo estos días. Los partidos de este equipo son un suplicio, no hay por dónde cogerlos y en lugar de ir hacia delante parece que el equipo va hacia atrás. Pero parece ser que la culpa es nuestra, de los que vemos de los partidos y analizamos su rendimiento.
Los jugadores sufren, están perdidos del primero al último y no se les ve que mejorar en nada. Por falta o exceso de información, al equipo no le llega el mensaje de su entrenador. Este Barça preocupa y ni las ideas ni el discurso de Xavi nos dan motivos para estar más tranquilos.
Lo que más preocupa es la falta de ideas, el regalar las primeras partes, el ver un fútbol que brilla por su ausencia, el tener a un entrenador a quien se le ven cada vez más las costuras y que, ahora, dice que el mal rendimiento es por culpa del entorno y de la prensa. ¿Esta es la conclusión cuando ya estamos a noviembre? Bravo.
El kaiser de Ondorroa, de lo poco que se salva
Confieso que su fichaje no lo vi nada claro. Confieso que soy de los que pensaba que ya se le había pasado el tren y también el arroz para jugar en el Barça. Confieso que después del nefasto partido contra el Mallorca le veía condenado al banquillo todo el curso. Y sobre todo, confieso también que me alegro muchísimo que Íñigo Martínez haya caído tan y tan bien en el vestuario y en el esquema de juego blaugrana.
El pelotari ha demostrado ser una muy buena alternativa a Christensen. Tan buena, que incluso le está pasando por delante. Buena colocación, hábil para las correcciones y con una salida de balón envidiable. Después de superar una larga e incómoda lesión, Íñigo Martínez ha conseguido volver a su mejor nivel hasta el punto de que tampoco ha pasado desapercibido por Luis De La Fuente.
En poco más de cinco meses ya habla como un veterano del club, como un líder de vestuario y un capitán sin brazalete. Me alegro muchísimo por él, y me sabe muy mal que no haya podido llegar antes al Camp Nou. Sin saber cómo le irá en el futuro, tengo la sensación de que Íñigo es de esos jugadores que en poco tiempo dejará huella en Can Barça.
Las cesiones o cómo malvender a un jugador
Ansu, Eric, Lenglet, Pablo Torre, Julián Araujo y Dest. ¿Cuál de ellos tendría opciones de ser titular en este Barça? ¿Cuál de ellos tendría opciones de ser un jugador de peso en la plantilla actual? Mi respuesta es uno o ninguno.
Nunca he sido demasiado partidario de este tipo de operaciones, porque en Can Barça no suelen funcionar. ¿Por qué? No lo sé, es otro de los misterios de este club pero cuando los culés salen cedidos no suelen triunfar lo suficiente como para volver, ni tampoco como para revalorizarse en el mercado.
La situación con los seis jugadores del primer equipo que este curso ha salido cedidos es el mejor ejemplo. Solo Ansu y Eric podrían llegar a tener su oportunidad con Xavi, pero viendo la elevada competencia y el buen rendimiento de los centrales y la mayoría de los delanteros, creo que su papel sería testimonial. Así pues, una temporada más, las cesiones del Barça nos confirman lo que ya sabíamos. Son el paso previo a malvender a estos jugadores.