Iniciamos un mes de noviembre donde es vital que el Barça vuelva a recuperar su mejor versión y, sobre todo, no se deje más puntos en la Liga. San Sebastián y Vallecas serán los desplazamientos más complicados que tendrán los de Xavi y, teniendo en cuenta lo que cuesta ganar a domicilio esta temporada, no tengo demasiado claro que podamos afrontarlo con mucho optimismo.

La vuelta de los lesionados será una gran ayuda para que el equipo pueda conseguir los resultados. Sobre todo con el regreso de Frenkie De Jong y Pedri, con la vuelta de ambos espero que el Barça dé un paso adelante a nivel de juego y las sensaciones mejoren significativamente. Las ligas no se ganan a estas alturas del curso pero sí que se pueden perder si te descuelgas demasiado pronto de tus rivales.

Noviembre nos espera con un calendario que viene con curvas en la Liga, que debe llevarnos a los octavos de final de la Champions y que también nos dejará un nuevo y desafortunado parón de selecciones.

El Clásico dolor de perder contra el Madrid

Siempre duele perder un Clásico y aún más de la manera que se perdió. En líneas generales el Barça mereció mucho más y la condena fue excesiva. Podemos hablar de la falta de acierto, del penalti a Araujo, de la mala suerte con los dos palos, de los cambios de Xavi y también del instinto de supervivencia del Real Madrid pero, sin embargo, creo que podemos quedarnos con los brotes verdes que nos dejó el Barça.

Sólo hay cuatro puntos de diferencia con los primeros clasificados y aunque el discurso de Gündogan también tuviera mucho fundamento con la falta de actitud de algunos futbolistas, es demasiado pronto para quemarlo todo. Sigo cabreado pero tenemos motivos para seguir creyendo en un equipo que, muy mermado por las bajas y con varios futbolistas que aún deberían estar en el instituto, estuvo a punto de superar a todo un Real Madrid que sólo disparó tres veces, se vio superado en muchos momentos y que salió victorioso gracias a un jugador que marcará época.

El Barça volvió a ser demasiado tierno fruto de su juventud y la diferencia en el Clásico fue la eficacia de unos y otros y eso, tarde o temprano, cambiará.

La Masia de Oro

Sin palabras, todo lo que digamos de Aitana y Messi se quedará corto. El Balón de Oro de este 2023 volvió a ser un homenaje a dos futbolistas que comparten ADN, a dos futbolistas formados en La Masia, la mejor cantera del mundo.

Aitana hereda la corona de Alexia gracias a una temporada para enmarcar, a una calidad infinita y a un espíritu competitivo a la altura de los mejores. El primer Balón de Oro de la de Sant Pere de Ribes es la guinda del pastel a un año perfecto y que nunca olvidará.

Por otra parte el octavo Balón de Oro de Messi es el colofón perfecto a una carrera que nadie repetirá. Es difícil pensar que vuelva a ganarlo jugando en la MLS pero con todo lo que ya ha conseguido nadie puede discutir que ya es el mejor de todos los tiempos. El GOAT, la Cabra, D10s, llamadle como queráis.

Messi y Aitana. Aitana y Messi. El Barça se lo ha dado todo y ellos se lo han devuelto con creces. Aitana y Messi representan a la perfección lo que es La Masia. Gracias a ambos por ser culés y hacernos más llevador el dolor del Clásico.