Sí a la euforia desmedida
Ya está aquí, ha vuelto la competición más bonita del mundo y la que tantos disgustos nos ha dado a los culés en los últimos años. Ha vuelto la Champions y aún no sé muy bien cómo afrontarla. Los rivales del grupo H no deberían hacernos sufrir, pero todo lo que no sea terminar primeros sería preocupante.
Me gusta esta versión del Barça y superar los octavos de final, según el rival que te toque, debería también ser una obligación. El equipo está capacitado para hacerlo y una vez pisas los cuartos de final, el sueño europeo empieza a ser más factible.
Queda mucho para llegar ahí y habrá que ir partido a partido. Con mucho respeto, sin complejos y dejando atrás los disgustos de las últimas temporadas, debemos reivindicarnos en Europa. Compro el discurso de prudencia que entona Xavi, pero el objetivo debe ser llegar lo más lejos posible. El sueño europeo ha empezado de la mejor manera posible y la final será en Wembley. Así que ya sabéis el dicho, no hay dos sin tres, ¿no?
Balde, presente y mucho futuro
Aunque no haga tanto ruido y no sea tan mediático como Gavi o Lamine Yamal, el barcelonés es una de las grandes joyas que ha dado La Masia en los últimos años. Trabajo, talento y velocidad al servicio del equipo que han hecho olvidar a Jordi Alba, uno de los mejores laterales izquierdos que ha pasado nunca por Can Barça.
Balde es presente y mucho futuro. Es un ejemplo para todos los que suben y una delicia para el espectador. A sus 19 años se ha convertido ya en uno de los mejores en su posición y por futbolistas como él, el Barça y La Masia vuelven a ser la envidia del mundo.