El fichaje de Vitor Roque abre de nuevo las puertas del Barça a una figura tan mediática como controvertida: André Cury. El ojeador del Barça en Brasil durante la época de Bartomeu es el director de la agencia que representa al nuevo fichaje del Barça, Vitor Roque, incorporado por 30 millones fijos más 31 en variables. El empresario brasileño ha sido el artífice del traspaso de Tigrinho al Barcelona, rechazando ofertas que triplicaban el salario al futbolista. Con el delantero de Paranaense, André Cury cierra la teoría del tres: en 2003 trajo a Ronaldinho, en 2013 a Neymar y en 2023 a Roque.

El sueldo del intermediario durante la época de Bartomeu fue llevado a la Fiscalía por la nueva junta directiva dentro de la carpeta del Forensic. “700.000€ fue un salario barato, merecía mucho más”, afirma siempre que le preguntan André Cury. La lista de servicios al club del empresario es variopinta. “Soy la persona que más rédito económico le ha dado al Barça”, afirma sin tapujos. Repasemos las operaciones.

El traspaso de Neymar por el París supuso 222 millones a las arcas del club azulgrana. Una cantidad monstruosa para la entidad, pero cabe destacar que el trabajo de Cury era evitar la fuga del brasileño a otro equipo. El representante fichó para el Barça a Paulinho por 40 millones y un año después le vendieron por 52. El brasileño planteó a Bartomeu que confiara en esa contratación a pesar de que el jugador estaba en la liga china. “Si sale mal dices que fui yo. Si sale bien me das el crédito”, le dijo entonces Cury a Bartomeu. Funcionó.

Arthur fue incorporado por 30 millones y supuso 75 de ingreso, pero la operación respondió a un artificio contable con la Juventus y un intercambio por Pjanic. A Marlon Santos, central brasileño, le ficharon por 4 y dejó 14 en la caja. Emerson, actual jugador de Tottenham, se incorporó por 12 y le traspasaron por 25. Ronaldinho, tras levantar el ánimo colectivo del barcelonismo, se vendió por 30 kilos.

En el otro lado de la balanza quedan los brasileños que ficharon por el filial y no fructificaron: Gabriel Novaes, Vitinho o Robert Gonçalves. Además, recomendó el fichaje por 7 millones de Matheus Fernandes. El rendimiento del actual jugador de Red Bull Bragantino no fue óptimo, casi no gozó de oportunidades con Koeman y Mateu Alemany le “cortó” el contrato. Matheus denunció y el Barça se vio obligado a pagarle 8 millones de euros de salario.

Tan importantes son las operaciones perpetradas por Cury como las que el club no concretó. El emisario brasileño tenía cerrado el fichaje de Vinicius pero finalmente el jugador eligió el Madrid por la inferencia de su agente, entonces íntimo amigo de Cury, que le acabó traicionando para fichar por el eterno rival a cambio de una suculenta comisión. Una vez perdido el fichaje de Vinicius apostó por Rodrygo, con quien el Barça llegó a un pacto que el ahora madridista estaba dispuesto a respetar. Ante la incursión del Real y la inmovilidad del entonces director general, Óscar Grau, el delantero viajó a la capital de España.

Más allá de estas dos operaciones mediáticas, en su momento, Cury recomendó a Gabriel Jesus (Arsenal) por 12 millones, Marquinhos (PSG) por 3,5, Òscar (exjugador del Chelsea) por 7 o Martinelli (Arsenal) por 4 millones. Ahora ha llevado a Barcelona a Vitor Roque y la guinda del pastel es Estevao Willians, jugador de 16 años de Palmeiras, que el pasado verano rechazó una oferta de 45 millones del Paris Saint-Germain. Los grandes de Europa pronto se matarán por él.