“En este club nadie se quiere ir. Jueguen o no, todo el mundo se aferra a su contrato”. Esta fue una de las primeras cosas que asimiló Mateu Alemany cuando tomó posesión de su cargo como director de fútbol en can Barça. Han pasado más de dos años y la frase sigue teniendo validez.
El problema se acrecienta porque dos años y medio después el Barça sigue teniendo un grave problema con su límite salarial. Para la temporada 23/24 se prevé tener un coste de plantilla de 528 millones de euros. 51 de estos corresponden a cinco descartes que ya no juegan en el Barça: Umtiti, Lenglet, Sergiño Dest, Collado y Gustavo Maia. Ninguno de estos futbolistas está a punto de hacer el petate ya que sus emolumentos son muy elevados y el tiempo corre a su favor.
El único jugador que acepta abiertamente una salida es Lenglet, cuya cesión al Tottenham ha sido más o menos productiva. El zaguero francés le supone al club 16 millones de euros (entre salario y amortización) en el próximo ejercicio. La opción de volver a Londres le atrae pero el club y su agente no se han reunido para tratar la salida.
El otro central francés del cual el Barça quiere desprenderse es Samuel Umtiti. El de Lyon le supone a la entidad 20 millones de euros el próximo curso. La cesión en el Lecce ha sido positiva y se ha vuelto a sentir futbolista por lo que el defensor se tomará un tiempo para decidir su próximo destino, siendo Italia su destino favorito. El futbolista cree que puede fichar por un equipo de más entidad que el Lecce en el país de la bota y apurará para encontrar esa oferta que le satisfaga.
El caso más complicado será el de Sergiño Dest. El norteamericano ya esperó hasta el
último día de mercado para salir al Milan y desde su entorno advierten que el jugador
iniciará la pretemporada con el club azulgrana y después decidirá. El lateral, que ha
perdido comba en Milán, no cuenta para Xavi y ocupa 10,8 millones en el espacio salarial de la primera plantilla.
Estas tres carpetas son las principales a resolver. A ellas hay que sumarle el caso de Álex Collado, estilista formado en la Masia. La cúpula deportiva azulgrana se reunió con su agente la semana pasada. El jugador tiene propuestas de España, Grecia y Escocia y la prioridad es mantenerse en La Liga. Su salario no es un gran handicap para el club pero sí es alto para cualquier otro equipo de Primera División, ya que son 2,7 millones de euros de coste para la próxima campaña. Por último, Gustavo Maia, que no ha jugado el último medio curso en el Valencia Mestalla, le cuesta al Barça 1,6 millones.
Más allá de estos casos, la entidad también quiere abordar las salidas de jugadores como
Ferran Torres o Ansu, que se resisten a salir. Xavi tuvo una conversación con el de Foios antes de finalizar la temporada y hablaron de la siguiente campaña por lo que su intención es arrancar la pretemporada de cero para ganarse un puesto. Lo mismo piensa Ansu Fati, cuyo representante, Jorge Mendes, dejó claro hace unas semanas que se quería quedar en el equipo. “En este club nadie se quiere ir, juegue o no juegue.” El primer aprendizaje de Mateu Alemany cuando llegó al Barça, sigue vigente.