Gracias infinitas, Sergio. Has sido un ejemplo desde el primer día y, por desgracia, en los últimos años se ha sido demasiado injusto contigo. Has sido uno de los mejores futbolistas de la historia del Barça y, para mí, también de la historia del fútbol. El tiempo nos dará la razón a todos tus fans incondicionales, que siempre hemos sabido apreciar tu fútbol champagne.

Busquets nunca ha sido el más rápido, ni el más ágil, ni tampoco el que más corría o el que mejor chutaba, pero siempre ha sido el más inteligente de todos. El más listo de la clase. Siempre y, prueba de ello es que  ha sido indiscutible con su club y selección en cualquier situación y con cualquier entrenador. Del primero al último día.



Busquets es el ordenador del equipo. El que nunca falla. El faro y la extensión del entrenador sobre el césped. Un futbolista irrepetible pero sin el carismo y el afán de protagonismo de las grandes estrellas que, en ocasiones, también le ha costado ser infravalorado.



Con una sensación de tristeza y orgullo, llega el momento de despedirse de una leyenda del Barça y la selección que ha estado a la altura de los mejores de todos los tiempos. Echaremos mucho de menos al pulpo de Badia. Muchas gracias Sergio, vuelve pronto.

Y ahora, a por la Liga

No será un domingo cualquiera. El Barça está a las puertas de ganar su 27ª Liga ante uno de sus eternos rivales, el Espanyol. Pese a que los azulgranas solo han conseguido una victoria en sus últimos cinco partidos en el RCDE Stadium, tengo confianza absoluta en la victoria azulgrana. 

Los de Xavi Hernández pueden dejarnos una imagen para la historia si son capaces de ganar a un Espanyol que también se jugará la vida. El Barça debe sentenciar el título lo antes posible y aprovechar este primer match-ball tan suculento y morbosos como complicado. 

Y para los más optimistas, NO, no habrá pasillo. Los periquitos no se prestarán a dejarnos esta bonita imagen de deportividad pero sobretodo porque Atlético de Madrid y Real Madrid no se dejarán puntos ante Elche y Getafe. El Barça tendrá que hacer los deberes y ganar en Cornellà-El Prat si quiere ser campeón este mismo fin de semana. 

Con un canto en los dientes

Con sinceridad, ¿cuántos de vosotros esperabais la goleada del City? Yo era uno de ellos pero nuevamente el Real Madrid y la Champions nos dieron una nueva dosis de realidad. Los que van de blanco tienen un “no sé qué que qué sé yo” en Europa que les hace ser invencibles.



Cuando mejor estaban los de Guardiola, Vinicius golpeaba con un latigazo inapelable que hacía cambiar la dinámica de todo el partido y hacía temblar todos los cimientos de los citizens. Por suerte, el mal fue menor y, con el empate de De Bruyne, todo queda abierto para la vuelta. Mejor, el City ya está advertido. Tendrá que salir a por todas y sin especular. Este es el único camino para llegar a la final.

El mejor partido que podía verse en estos momentos estuvo a la altura y, viendo cómo fue todo, podemos dar por bueno el empate. Que el Etihad dicte sentencia y decida quién llegará a EstambulLos de Guardiola son el equipo que mejor juega y, los de Ancelotti, son los que mejor compiten. Así pues, todavía hay que darle más valor a la Liga que ganará el Barça de Xavi.