A Xavi Hernández cada vez que escucha el nombre de Rúben Neves se le ponen los pelos como escarpias. La carpeta del centrocampista portugués del Wolverhampton aparece por arte de birlibirloque cada vez que se abre el mercado. Emulando a San Pedro, el técnico blaugrana ya ha tenido que decir no en tres ocasiones y, a este paso, parece que este verano iremos a por la cuarta.

Está claro que la resiliencia de Jorge Mendes, su agente, da para escribir una enciclopedia. Nunca se da por enterado cuando le dicen que no, porque una y otra vez tienta al burladero a ver si al final el morlaco acaba cayendo de bruces. Su primer intento fue con Xavi recién aterrizado, cuando en enero de 2022 dejó caer su nombre como posibilidad para cubrir el puesto de Sergio Busquets. Más contumaz si cabe fue ese verano, sacando su nombre en todas y cada una de las reuniones que mantuvo con Joan Laporta, mientras que este invierno sólo lo nombró de pasada, consciente que el área deportiva, y sobre todo Xavi, no quiere a su representado.

Sin embargo, parece que aún habrá un cuarto intento este verano. O al menos así lo confirman algunas informaciones que hablan abiertamente de un posible trueque entre Ansu Fati y Ruben Neves más 30 millones de euros. Una operación que, vista desde fuera, parece orquestada por un miembro de la caverna más rancia y mediática: te desprendes de una de tus joyas de la corona para traer a un jugador que no quieren los técnicos. Ni Florentino podría ser más maquiavélico.

Afortunadamente, Joan Laporta puede ser muchas cosas, pero es barcelonista hasta la médula y confía ciegamente en Xavi. El técnico egarense nunca le ha dicho que Neves sea un mal jugador, pero en ningún caso es un pivote defensivo, simplemente porque “no sabe defender”. De esta forma tan clara se lo expuso en una reunión que tuvieron el pasado verano, cuando el nombre del internacional luso se ofreció abiertamente por parte de Mendes.

Para Xavi, el hombre que ha de venir a reemplazar a Busquets ha de asumir un rol defensivo y táctico muy claro, que ni tan siquiera Frenkie de Jong lo cumple a rajatabla. El hombre elegido por la secretaría técnica era el donostiarra Martín Zubimendi, pero su elevada cláusula, 60 millones, y la imposibilidad de entrar en negociaciones con la Real Sociedad, descartaron esta operación. El segundo en la lista de candidatos es el internacional marroquí de la Fiorentina, Sofyan Amrabat. El centrocampista ya tuvo un pie y medio en el Barcelona este invierno, llegando a declararse a rebeldía para forzar su salida, por lo que parece que este verano se podría cerrar el traspaso, y más teniendo en cuenta que finaliza contrato dentro de un año, por lo que si el club italiano quiere rascar algún rédito es ahora o nunca. Y completa el podio, el argentino del Betis, Guido Rodríguez, que también acaba contrato en verano del 2024.

En ningún caso aparece el nombre de Ruben Neves, porque los técnicos consideran que no es un pivote defensivo. Y en las otras posiciones en el mediocampo ya tienen un refuerzo que encaja perfectamente y que además llega con la carta de libertad bajo el brazo: el capitán del Manchester City, Ilkay Gundogan.

O sea que por mucho que Mendes quiera meter a su cliente en el Barcelona, va a encontrarse con un muro infranqueable dentro del área deportiva del club. Así pues, el superagente haría bien en buscarle otros destinos al portugués si tantas ganas tiene de dejar de aullar en los Wolves, aunque, a simple vista, dice más bien poco de su representado que nadie de la Premier se haya interesado por él.