En el último partido ante el Betis, Lamine Yamal Nasraoui Ebana marcó el récord de ser el jugador más joven de la historia del FC Barcelona en debutar en el primer equipo a sus 15 años. El próximo 13 de julio cumplirá 16 años y Xavi consideró en la pasada jornada de Liga hacerlo debutar después de convocarlo, contando el duelo contra los andaluces, hasta tres veces consecutivas y sin pasar ni tan siquiera por tener previamente unos minutos en el filial. Y lo hizo incluso antes que Xavi cediera el protagonismo al desaparecido Pablo Torre. Viendo su trayectoria, el mediapunta cántabro no ha tenido los minutos que parecía prometer en el inicio de temporada cuando lo pintaron de auténtica estrella de rock.

Pero volviendo al caso de Lamine, el tema no está en marcar récords ni sacar como churros a jóvenes canteranos en el primer equipo, sino en la trayectoria posterior y la permanencia que tengan en el club. Precedentes como Munir, Montoya o Aleñá, por citar algunos con los que recientemente el Barcelona se ha enfrentado, son ejemplos de aquellos que un día coparon una portada deportiva, pero se quedaron en papel mojado… Aunque esto no desmerezca sus trayectorias profesionales lejos de la primera línea de un gran club como es el Barcelona.

Así pues, hace falta ver si el escaparate mediático de Lamine se acaba convirtiendo en un caramelo envenenado para el chico. Esta exposición puede favorecer, depende del objetivo que se tenga desde el club, a que su camino pase por dos direcciones diferentes: promocionarlo para hacer caja y sacarse un activo del club o realmente motivarlo para que se convierta en una pieza del tablero del equipo actual.

Sea como sea, vamos a ser claros: tan solo tiene 15 años y se debe ir con mucha precaución. De entrada, vigilando su entorno más inmediato. Lamine es hijo de un padre y una madre divorciados que, como suele pasar, tienen sus desavenencias.  Y para rizar el rizo, la madre es del Barcelona y el padre, del Real Madrid. Aunque, mayoritariamente, Lamine está con su madre, el entorno debe ponerse más de acuerdo en marcar el rumbo de su trayectoria profesional y esforzarse para que esté concentrado y sepa valorar la gran oportunidad que tiene por delante.

Un detalle, no menos destacado, es que Julen Guerrero, seleccionador Sub-17 de la Roja, lo dejó fuera de la lista de la ronda élite del campeonato de Europa el pasado mes de marzo y desde entonces no ha vuelto por su indisciplina. Si actitudes como esta repite a partir de ahora, lo tendrá muy crudo. El reto de terminar la temporada en el primer equipo, por deseo expreso de Xavi, y hacer la pretemporada de verano con ellos son dos buenas pruebas de fuego.