El domingo se disputa el cuarto clásico del curso, un partido que si el Barça no pierde le servirá para proclamarse virtualmente campeón de Liga. Si los de Xavi Hernández son capaces de defender los nueve puntos de ventaja o incluso aumentar las diferencias con el Real Madrid, la Liga estará vista para sentencia pese a las 12 jornadas que todavía quedarán.   

El partido es una auténtica final para ambos, da igual lo que hayan hecho hasta ahora, qué bajas tengan o cómo lleguen. Es el típico tópico pero se así se volvió a confirmar en el último clásico de Copa que el Barça, bajo mínimos, consiguió ganar en el Bernabéu

En medio de un clima cada vez más turbio por el caso Negreira, con la relación entre Laporta y Florentino más tensa que nunca y con más de media Liga en juego, el Barça tiene que ser valiente y salir a por todas. Especular no es una opción, no en este tipo de partidos y contra este rival.

El hambre de títulos del equipo de Xavi tiene que volver a aparecer para asestar el golpe definitivo a la competición doméstica y dejar constancia de que este curso le tiene comida la moral al Real Madrid.   

Esperando a Laporta... 

Los culés podemos estar tranquilos hasta cierto punto, parece imposible que el Barça baje a Segunda aunque quizás, en el peor de los casos, la UEFA podría dejarnos una temporada sin Champions League. Visto así el mal sería menor pero de momento, todo son hipótesis y más de uno está pasando por alto la falta de pruebas determinantes.



Esto no quiere decir que no las haya, eso no quiere decir que el Barça no esté exento de culpa, esto no quiere decir que el nombre del club vuelva a quedar ensuciado por la negligencia y la mala praxis de los que mandan.



Las acusaciones son muy graves y la preocupación del barcelonismo sigue creciendo a medida que pasan los días y van saliendo nuevas informaciones. Ha pasado demasiado tiempo y el presidente aún no ha salido a hablar. Tenemos la necesidad de escuchar a Joan Laporta afrontando todo tipo de preguntas y respondiendo a todo sin ningún tipo de embudos. Con la verdad por delante y poniendo luz en la oscuridad. Es necesario que el presidente hable ya.

Un acierto como una catedral

Triunfo de prestigio para seguir con nueve puntos de ventaja. Sí, quiero recordar que el Barça llegará al clásico a nueve puntos del Real Madrid a pesar de que algunos sábado ya estaban haciendo el cuento de la lechera, después de ganar al Espanyol. "Es que el Barça perderá en Bilbao, ganaremos en el Camp Nou, estaremos a tres y ganaremos la Liga". ¿A vosotros también os llegó, verdad? Pues no amigos, no. ¡A nueve!



Sin jugar a nada del otro mundo, una vez más, el Barça conseguía los tres puntos de forma justa y merecida en San Mamés. Ter Stegen volvió a ser un muro infranqueable, el carácter de Gavi volvió a reinar en el caos y Raphinha volvió a ser el abanderado de la efectividad azulgrana.



Más allá de esto, creo que el VAR acertó con las manos de Muniain. Para mí no hay ninguna duda y tampoco había necesidad de generar estos incendios. ¿Qué habrían pedido ellos si las manos hubieran sido en la otra dirección? Todos lo sabemos. Personalmente también me sabe mal que en San Mamés se vivieran tantas hostilidades aunque tampoco me sorprendió. La Catedral es el único campo donde se ha silbado en Iniesta, menudo sacrilegio.