El Barça es capaz de lo mejor y de lo peor. Se ha visto a lo largo de su casi siglo y cuarto de historia en el que tanto ha estado a punto de bajar a Segunda División como ha ganado todos los títulos en juego (seis) en un año. Sin embargo, hay algo que se tiene o no se tiene, y es ese espíritu de superación cuando todo está en contra. Sí, ese que hace temible al Real Madrid en Europa.
Europa se le ha atragantado al Barça tradicionalmente, pero lo de los últimos tiempos es de traca. Ni con Messi ni sin él. Ni con fichajes de nivel. Ni con cambios de entrenador. Ya son ocho años arrastrándose por los campos del viejo continente, aunque lo ocurrido en el último año es para hacérselo mirar. Es muy preocupante.
El Barça ha sufrido cuatro eliminaciones europeas (¡cuatro!) en un año y 77 días (¡un año y 77 días!). ¿Cómo es eso posible si ese periodo corresponde solo a dos temporadas? Pues lo es. Los azulgranas han caído dos veces en la Champions como terceros de grupo, lo que les ha permitido seguir compitiendo en la otra competición europea, la Europa League, de la que también se ha marchado a casa antes de tiempo por partida doble. Así de triste. Así de duro.
Más allá del golpe anímico, estos fracasos (sí, fracasos, porque puedes perder, pero con opciones de ganar el título hasta el final) también repercuten en los ingresos, en los patrocinios y, por consiguiente, en los fichajes y en los salarios.
Pero como no hay alternativa, toca levantarse cuanto antes y seguir adelante, que quedan objetivos por cumplir todavía esta temporada. En cuanto a las noches europeas, no volverán al Camp Nou hasta el curso 2024-25, tras la remodelación del estadio...